El obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini, condenó el enfrentamiento entre huachicoleros y militares ocurrido este fin de semana, el cual atemorizó a la gente y provocó el cierre de la autopista México-Puebla.

Señaló que este tipo de hechos violentos preocupa a la iglesia y es por eso que cada domingo, durante la eucaristía, se pide a los fieles no promover ni permitir cualquier tipo de agresión.

El sacerdote consideró que el incremento en la inseguridad es debido a la descomposición del tejido social por la pérdida de valores.

«El tejido social está muy deteriorado y todos debemos de colaborar en la reconciliación y en el perdón. Si queremos reconstruir a México hay que hacerlo», declaró.

Tras oficiar la misa en la Catedral, el sacerdote reiteró el llamado de la iglesia para que las autoridades de todos los niveles combatan la inseguridad.

«No queremos más violencia, no queremos una muerte más. Todas las personas son valiosas pero luego decimos es un número más porque desgraciadamente hemos caído en la indiferencia», expresó.

Por otra parte, Pozos Lorenizini, deslindó a la iglesia católica de estar detrás de una marcha en contra del aborto que se realizó este domingo por el Centro Histórico de Puebla.

Aunque reconoció la iniciativa de los organizadores que son «laicos y personas de buena voluntad».

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