Amenazas, extorsiones y hostigamiento son algo frecuente a lo que se enfrentan médicos y enfermeras que están en hospitales de regiones de Puebla afectadas por el crimen organizado.
Este martes los trabajadores del sector salud protestaron de manera pacífica en el zócalo de la ciudad para pedir al gobernador del estado, Antonio Gali Fayad, facilite el ingreso del Ejército y la Marina, ante la amenaza de que atacarán hospitales si los médicos se niegan a atender a heridos que dejan los enfrentamientos.
Patricia Isabel Parra Maldonado, líder de la sección 25 del Sindicato de los Trabajadores de la Secretaría de Salud, alertó que es urgente la intervención del gobierno Federal en municipios identificados como focos rojos, pues las amenazas contra el personal médico van en aumento.
Citó como ejemplo a Tehuacán, donde existen casos de enfermeras que durante el trayecto a los centros de salud han sido apuñaladas y hasta baleadas. Dos regiones más son Cañada Morelos e Izúcar de Matamoros, con el secuestro exprés de médicos para que curen a personas con heridas de bala.
Huauchianngo y San Martín Texmelucan se suman a la lista de regiones donde las bandas de delincuentes han llegado a hacer llamadas telefónicas para exigir la entrega de material de curación y la salida de médicos para que curen a personas golpeadas o baleadas.
También en Tlacotepec de Porfirio Díaz los médicos se enfrentan a esta situación y piden la intervención de las autoridades, para que las fuerzas armadas garanticen condiciones laborales en los hospitales.
La dirigente sindical refirió que tienen documentados por lo menos 15 casos de ataques y agresiones cometidas contra doctores y enfermeras en Puebla.
