Doña María todos los días tiene que desembolsar 24 pesos para trasladarse en transporte público de su casa al trabajo, ya que toma dos unidades para llegar a su destino; y con un posible aumento al costo del pasaje considera que se le verá mucho más afectada su economía.

Esto después de que los concesionarios están en pláticas con el gobierno del estado para que antes de que termine la actual administración pueda haber un aumento al precio del pasaje, que se ha mantenido en 6 pesos desde hace 8 años.

Ante tal panorama, la señora comentó a Síntesis que de existir un aumento al pasaje, también se debería de considerar incrementar los salarios, pues las remuneraciones siguen igual, mientras todos los precisos suben.

“No tomamos el RUTA porque cuesta más caro ($7.50). Por eso agarramos los micros y rutas tradicionales, es lo que nos alcanza, para el suelo que nos pagan no alcanza más, todo se sigue subiendo y subiendo”, consideró.

A dicha queja se suma Carlos Hernández, quien también puntualiza que si la gente se queja del costo del metrobús, pues ahora en el transporte público tradicional con un aumento al pasaje, los usuarios (como él) estarán más molestos.

Dijo que de llevarse dicho incremento, los concesionarios deberán de, también, ofrecer, mejores autobuses o combis, seguridad, cámaras de seguridad, y capacitar a los choferes para que sepan manejar bien y levantar o bajar a los pasajeros debidamente en las paradas.

“Es conocido cómo manejan los choferes, la forma de cómo tratan, a veces, a las personas; por ello se me hace injusto un incremento”, acentuó el señor.

Choferes se blindan

En su defensa, el chofer de la ruta Tres Estrellas, Gustavo Plata, explicó que si bien al dueño de las concesiones le corresponde cuidar las unidades, los usuarios son los que las maltratan, las grafitean, tiran basura, o les pegan sus chicles en los asientos o ventanas.

“También los usuarios deben de hacer conciencia, porque es el uso de ellos para que anden a gusto”, sostuvo.

Dijo que el aumento mientras no le afecte a la gente quien es la que ocupa al transporte, está bien. Aunque  el aumento no les beneficia directamente en gran parte más que al dueño de las unidades.

No obstante, subrayó que los incrementos de los combustibles, como la gasolina, les afecta porque ya no carga el tanque como antes, “estás cargando 400 o 500 de más, todo afecta, bastante”, insistió.

Estudiantes y personas mayores

A su vez, Andrea, estudiante universitaria, considera que no es correcto el aumento pues los que más se ven afectados son los estudiantes y personas de la tercera edad.

“Nosotros los estudiantes tenemos gastos en la escuela que son necesarios, entonces tendríamos que gastar más en pasajes. Pienso que las autoridades y concesionarios deberían de pensar más en los señores de la tercera edad y los jóvenes y que no sea un aumento muy grande en caso de que se aplique, que no le exageren demasiado como hicieron con la gasolina”, comentó.

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