La empresa Volkswagen de México debe asumir los costos para resguardar sus automóviles y no afectar a terceros con bombas antigranizo, sentenció María Eugenia Ibarrarán Viniegra, directora del Instituto de Investigaciones del Medio Ambiente (IIMA) Xabier Gorostiaga SJ de la Universidad Iberoamericana de Puebla.
Y es que silvicultores y ejidatarios de Puebla mantienen desde mayo pasado un pleito con la armadora Volkswagen de México, a quien le exigen detener el uso de “bombas antigranizo”, ya que aseguran han afectado el ciclo natural de las lluvias, provocando pérdidas en sus cultivos. En tanto la empresa alemana sostuvo que seguirá utilizando la tecnología, pues aseguró que no afecta de alguna manera al medio ambiente y que cuenta con los permisos para su utilización.
En ese sentido, la especialista indicó que se trata un claro problema de externalidades, pues independientemente de qué tantos daños causa con sus bombas antigranizo está transfiriendo los costos a los productores, porque nadie está obligando a la empresa a sumir sus propios costos.
Algunas de las medidas que podría implementar VW para no ocupar bombas antigranizo, sugirió la ambientalista, serían construir algo para guardar sus autos, estacionamientos de piso o domos, pero “ese costo en vez de asumirlo y pagarlo le sale más barato seguramente utilizar otros mecanismos”, advirtió.
“Aquí el punto es que está afectando a terceros sin estar compensándooslo por los daños. No sabemos si las condiciones que les están generando son suficientes para que realmente los productores estén perdiendo o hay otros factores parea generar sequías”, explicó.
En ese sentido, Ibarrarán Viniegra consideró que sería importante hacer estudios externos para tener una definición muy clara sobre el tema, pues una de las vertientes es si existe normatividad al respecto o no, o incluso si la Sdrsot autorizó el uso y en todo caso es porque deben tener estudios al respecto, “si no, no veo cómo es que lo autorizaron”.
