Pedro Ferriz de Con
Ya lo dijo Albert Camus, ese gran ensayista y novelista francés nacido en Argelia “los mitos tienen más poder que la realidad”.
En México esa frase tiene mucha verdad. A los mexicanos nos encantan los mitos, y en especial en política, las historias que rayan en la fantasía nos apasionan, al grado de dejarnos siempre hablando de ellas.
En días pasados, el priista Roberto Madrazo, ex gobernador de Tabasco, ex Presidente del PRI y ex candidato presidencial, dijo que en “sus actas” en 2006 el triunfador fue Andrés Manuel López Obrador.
Queriendo aparecer en las primeras planas, Madrazo Pintado buscó agrandarle el ego al actual Presidente electo, al advertir que fue el de Morena quien le ganó en los comicios presidenciales de hace 12 años y que Felipe Calderón finalmente si fue un espurio.
Inmediatamente las reacciones no se dejaron esperar. Calderón, quien haiga sido como haiga sido (sic) fue Presidente Constitucional, calificó la declaración de Madrazo como calumniosa y peligrosa para nuestro país; el ex Presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, advirtió que esas actas jamás las conoció y el actual ganador de la presidencia, Andrés Manuel aseguró que con esta confesión, se prueba que sí hubo fraude e imposición.
Lo cierto es que las autoridades electorales de ese momento probaron por todos los medios que las cifras de la elección de 2006 dieron el triunfo al panista Felipe Calderón por 0.58 por ciento. Después, Luis Carlos Ugalde tuvo que renunciar al IFE y el Instituto electoral se reformó.
Doce años después, Roberto Madrazo revivió el tema y destapó una herida en nuestra historia que siempre había permanecido como mito.
¿Qué buscaba el priista al decir eso? ¿Enemigo político toda la vida de López Obrador, ahora busca un acercamiento?
Lo cierto es que Roberto Madrazo y los priistas de ese tiempo ya no tendrían oportunidad en nuestra política… ¡se podría pensar! pero ese también es un mito, ya que la realidad ha superado la ficción cuando el actual Presidente electo resucitó a Manuel Bartlet para sumarlo al futuro gabinete ampliado, al darle la dirección de la Comisión Federal de Electricidad.Madrazo lo único que provocó fue deslegitimar el poder en México. El priista nos recordó que las elecciones en el país están muy lejos de la voluntad de pueblo.
Primero, porque tenemos unas autoridades electorales que no responden a lo que la ciudadanía quiere. Para ellos, los Consejeros electorales del pasado y los actuales, solo les interesa que los partidos políticos gocen de salud para que los mantengan en sus puestos y si no se cree así, ahí está la pasada experiencia de las candidaturas independientes donde Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y compañía, obstaculizaron el avance de nosotros los ciudadanos y les entregaron los comicios a los políticos y sus partidos.
¿Podríamos decir que los pasados comicios de julio fueron limpios? Si nos limitamos al conteo de votos, podemos decir que sí, que los sufragios decidieron la repartición del poder, pero qué hay del deseo que teníamos los mexicanos de cambiar el sistema. Ahí no se pudo porque nos lo obstaculizaron.
Y si creemos que con los votos contados bastó para cambiar nuestra vida política, la revista ¡Hola! nos recordó esta semana que nada se modificó, aunque digamos que vamos a empezar la cuarta transformación de la República.
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