Derivado de los hechos violentos en la entidad, el más reciente, el asesinato de un joven empresario, el rector de la Upaep, Emilio Jose Baños Ardavin, hizo un llamado enérgico a las autoridades a que “no nos podemos acostumbrar a esta violencia y menos aún, resignar”.
En el marco de su informe 2017-2018, el administrador central de esa casa de estudios subrayó que ha quedado claro el mensaje de un pueblo que exige la atención diligente a los grandes problemas que le aquejan: inseguridad, corrupción, impunidad, desigualdad y pobreza,
Se solidarizó con las familias tanto del joven asesinado Estéfano Alvarado Granados, como del estudiante herido en los hechos ocurridos el lunes.
Ante tal panorama, y frente al titular de la Secretaría General de Gobierno, Diódoro Carrasco, Baños Ardavín sentenció que independientemente del desenlace del litigio postelectoral, quién llegue a la gubernatura tiene que enfrentar dos demandas: seguridad e institucionalidad.
Y es que acusó que la violencia que se ha registrado de un año a la fecha es alarmante, y los esfuerzos para combatirla son “a todas luces insuficientes”.
Por ello, hizo un llamado a los tres poderes del estado para diseñar en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil, las autoridades federales y las municipales una estrategia emergente de seguridad y justicia integral que privilegie la aplicación de recursos, tanto humanos como materiales, y que comprometa resultado en el corto y mediano plazo.

Por otra parte, el rector Upaep sentenció que la autonomía de las instituciones sigue siendo una agenda pendiente.
“Urge reivindicar una sana división de poderes con pesos y contrapesos reales; en suma, necesitamos un sistema democrático funcional y efectivo, para lo cual se requiere voluntad política y participación ciudadana”, advirtió.
Agregó, a este dinamismo universitario la misma sociedad y la participación de jóvenes de la BUAP, Libre de Derecho, Ibero, Tec de Monterrey, Anáhuac, y Udlap, junto con Upaep, “hicieron ver en la movilización universitaria justicia y paz su indignación por la oleada de violencia y muerte que ha azotado a nuestra entidad, en particular por el asesinato de Mata Castilla.
“Y con ello hacerse escuchar su demanda de una convivencia social más humana, digna, justa y pacífica. Aprovecho paga insistir en la exigencia de la familia, que hacemos propia, pata que se haga justicia cuanto antes, para ella y para todas las que no tienen voz”, destacó durante su discurso.

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