El equipo de transición ha anunciado que del 25 al 28 de octubre próximos se llevará a cabo la consulta ciudadana para decir si se continúa con la construcción del nuevo aeropuerto de México en Texcoco o se opta por adecuar el de Santa Lucía.
Según lo anunciado por quienes trabajarán con Andrés Manuel López Obrador en su gabinete, se instalarán mesas en 538 municipios del país, donde la gente podrá votar en un horario de 8:00 a las 18:00 horas.
La empresa que estará encargada de la consulta será la Fundación Arturo Rosenblueth, fundada en 1978, enfocada a la utilización y desarrollo de la tecnología.
En unas primeras estimaciones, se prevé que podrían participar en la consulta entre 100 mil y medio millón de ciudadanos. Hasta el momento no se han revelado cuáles serán las preguntas que se hará a los mexicanos que quieran participar.
Polarizado y politizado el tema por el propio Andrés Manuel López Obrador, el asunto de la terminal aérea podría ser la primera derrota jurídica del Presidente electo, aún ganando su propuesta de detener el aeropuerto en Texcoco.
Y es que una consulta debe de estar basada en la ley electoral, que indica que debe de ser realizada en una elección federal y organizada por el INE.
Este ejercicio no llena este requisito legal. Sin embargo, esta consulta sólo servirá para que Andrés Manuel tenga una justificación popular para decretar si se suspende o se continúa la construcción en Texcoco.
La consulta no tendrá un valor jurídico, como Presidente constitucional, López Obrador podrá detener la obra, pero esto puede comenzar un gran movimiento empresarial que puede optar por centenas de demandas por contratos que no se van a cumplir.
El Presidente electo corre el peligro de comenzar su gobierno con procesos jurídicos que entorpecerán muchas de sus decisiones políticas que lo podrían meter en un tsunami legal.
Qué pasará si los jueces ampararan a las empresa que ya están trabajando en la nueva terminal.
De ganar lo propuesta que desea desde campaña López Obrador y su equipo, que se detenga la obra en Texcoco, los empresarios que han invertido en ese proyecto no se quedarán con el argumento de que “el pueblo es sabio y sabe decidir”.
De ante mano sabremos que la consulta no será legal ni reconocida constitucionalmente, solo servirá para que el próximo Presidente se justifique en una promesa de campaña que se comprometió cumplir por el inmenso gasto que representa detenerla.
¿Qué pasará si los jueces declaran ilegal la decisión de López Obrador? ¿Qué pasará si se ordenara años después que la obra debe continuar y que el Presidente cometió ilegalidades al clausurar la construcción?
No cabe duda que el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México se podría convertir en el primer gran problema para la Cuarta Transformación del país.
@PedroFerriz
Ferrizonline.com