Atlixco. Blanco y negro en el rostro, algunos con destellos otros con sombreros voluminosos, en sancos, en autos, cantando hurras, bailando danzas polinesias, de todas las formas posibles cientos de atlixquenses dieron vida al desfile de calaveras 2018.
Pese al cambio de ruta, fueron al menos tres mil personas las que asistieron a presencias este recorrido, planeado con mucho entusiasmo por los mil desfilantes a quienes ni la lluvia le bajo los ánimos.
Esta ocasión fueron 14 contingentes y tres carros alegóricos, con música, colorido y trajes típicos que representaban diversos pasajes de la historia de este pueblo mágico, así como algunas leyendas que se cuentan.
Miguel Ángel Cordero Álvarez, director de turismo, cultura y tradiciones, mencionó que el objetivo de este desfile fue sentar un precedente de orden, además de rescatar calles emblemáticas del centro de Atlixco para posicionar un sentido de pertenecía en la ciudadanía.
El cambio de ruta incluyó ahora una de las zonas más cercanas y con mayor historia de la ciudad de Atlixco, de tal forma que inició en el antiguo parque de La Soledad, descendiendo por la avenida Libertad, para ingresar por la emblemática calle de las Flores al primer cuadro de la urbe en donde de un primer momento paso por la parte poniente-oriente, tomando la calle 4 norte, hasta acceder a la 10 oriente para volver a ingresar al zocalo pero por la principal calle de acceso la avenida Libertad y terminar el recorrido en el centro histórico.
Cabe señalar que este año la convocatoria se lanzó entre la comunidad estudiantil, prestadores de servicios, así como la ciudadanía en general a través de diversas agrupaciones.