Mucho llamó la atención el mensaje videograbado de Andrés Manuel López Obrador en donde aparece con un libro titulado “¿Quién manda aquí?”, escrito por Felipe González, Gerson Damiani y por José Fernández- Albertos.

Este texto trata sobre la crisis de las democracias representativas. Y qué mejor obra para mostrarse a un lado, cuando en México los pilares básicos de la democracia están en crisis.

Los partidos políticos viven su peor momento, las instituciones carecen de toda credibilidad, entre ellas la justicia y la honestidad.

De ahí que el mensaje subliminal haya sido tan efectivo, por lo que es importante actualmente revisar un término político que bien podría instaurarse en México, la oclocracia.

Para eso tenemos que conocer a Polibio, el padre de la historia universal, quien hizo un análisis muy profundo sobre las diferentes formas de gobernar.

El historiador griego puso el énfasis en las degeneraciones que tienen los proyectos de gobierno que ha adoptado el hombre en su devenir histórico. Él detectó que de la monarquía se pasa fácilmente a la tiranía; de la aristocracia se transita naturalmente a la oligarquía y de la democracia al populismo, pegando un brinco para abajo y transformándose en oclocracia.

La oclocracia está basada en la voluntad del pueblo de manera viciada, porque tiene poca información y la que tiene es manipulada, en sí tiene rasgos irracionales.

En la oclocracia la multitud tiene posiciones, pero no puede erigirse en gobierno y entonces, pone a alguien en el poder que le consulta y después de todo, así crucificaron a Cristo en un perfecto ejemplo de oclocracia.

Para Andrés Manuel López Obrador la consulta popular es una herramienta perfecta, porque se basa en lo que busca. Con este ejercicio él manda, pero el responsable es el pueblo, quién decidió que fuera Santa Lucía y no Texcoco.

Con la consulta López Obrador preguntó y el responsable fue el pueblo.

El Presidente electo ha entendido perfectamente bien este término, la oclocracia tiene entre sus acciones preguntar para gobernar, justo lo que decía el título del libro que mostró López Obrador ¿quién manda aquí?

La oclocracia es equivalente a una rana que está inmersa en una hoya en el fuego y que está hirviendo, no se da cuenta en qué momento va a morir porque forma parte de un proceso en el que hay una profunda inconsciencia.

Pronto, Morena va a hacer una iniciativa para que las consultas populares sean y tenga un carácter legal y continua, que cada año se pueda hacer una consulta sin esperar a una elección federal como lo indica la actual legislación.

Se va a legitimar el preguntar a la gente para que uno solo decida.

Así, en tres años podríamos enfrentar una consulta donde se le pregunte a la gente si desea que Andrés Manuel López Obrador se retire del gobierno o extienda su mandato seis años más.

Así se presentará la muerte de un viejo régimen y el nacimiento de otro, igual o peor de viciado.

Esta irracionalidad que México padece se presenta profundamente confusa. Cancelar un aeropuerto y toda una obra de infraestructura sepultada con más de 200 mil millones de pesos puestos para que ahí construya un parque ecológico en un país de tanta miseria, se me hace un atentado a la sensatez.

Hoy los mercados internacionales están de luto y los nacionales también. Y no es que sea uno socio de la mafia del poder, sino debemos ser un país que se respete a sí mismo, ser una nación donde se respete el estado de derecho y hoy, antes de que empiece López Obrador a gobernar, el peso lleva un 8.5 por ciento devaluado.

Por lo que sólo nos resta aguantar.

@PedroFerriz

Centralfmonline.com

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