Con más de 90 murales de arte hechos en barrios tradicionales e históricos de Puebla como Santiago, La Luz, Xanenetla, El Alto y Analco, La Rueda Promotora A.C. ha logrado influenciar de manera positiva a los habitantes de la zona, mejorando de alguna manera su forma de vida, bajando los índices de inseguridad y propiciando una mejor economía hasta en un 25 por ciento.
Por ello la asociación civil fue reconocida por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), como una de las trece mejores prácticas de responsabilidad social a nivel nacional durante el periodo 2017-2018, de entre 80 postulados, participando en la categoría de alianzas intersectoriales y entre empresas, se dio a conocer en una rueda de prensa.
La Rueda Promotora A.C. se fundó en julio de 2016 por una alianza entre Pinturas Osel y Grupo Estrella Roja para hacer un aporte cultural al estado y al país en general, con sentido social. Tras este reconocimiento, el siguiente paso es seguir trabajando en los barrios de Puebla con más intervenciones de murales, rumbo a los 500 años de la fundación de la ciudad.
Con ello se busca presumir los barrios y preponderarlos en la ciudad, que más gente cada vez, local, nacional y extranjera, se acerque a conocerlos. Raymundo Sandoval, del Barrio de la Luz compartió que en un momento la zona estuvo abandonada incluso por las autoridades y con la llegada de La Rueda se ha empezado a levantar y la gente los está visitando más seguido, creando mayor actividad social y económica.
En estas intervenciones de arte también se han incluido 18 autobuses de Estrella Roja y en conjunto con los murales, el proyecto se ha integrado ya en tres Noches de Museos que organiza el Ayuntamiento de Puebla. Las próximas intervenciones serán en La Acocota y Los Remedios, con más de 25 murales hechos por diferentes artistas.
Cabe destacar que con este programa, según estudios realizados por la asociación civil con vecinos de la zona, reduce el vandalismo y grafiti, según opinó el 64 por ciento de la gente encuestada. También aumentaron los índices de felicidad, pasando de 21 por ciento, antes de la intervención, al 78 por ciento.
