La muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo, de su esposo Rafael Moreno Valle Rosas, Roberto Coppe Obregón; Marco Antonio Tavera Romero y de Héctor Baltazar Mendoza en el accidente de helicóptero en que viajaban sacudió a Puebla y la puso de luto tras la tragedia.
Primero, mis condolencias a sus familias y amigos más cercanos.
Puebla está de luto y ha experimentado una zoobra similar a la de hace 24 años en que reanudó la actividad del volcán Popocatépetl.
La pérdida de vidas humanas es siempre terrible y lamentable. Al tratarse de quien encabeza el poder Ejecutivo de Puebla es trágico para sus familias y seres queridos pero también para el estado, porque lo primero que puede generarse es inestabilidad.
Es por ello que el mensaje de Max Cortázar, leído como marcan los manuales en situaciones de profunda crisis como ésta, fue directo al punto.
Exigió, con razón, que las autoridades federales realicen investigaciones que despejen cualquier duda.
Pero también llamó a todos los poblanos “a solidarizarnos con la familia, compañeros y amigos de todas las personas que perdieron la vida”.
Jesús Rodríguez Almeida asumió como encargado del despacho del gobernador del estado, mientras el Congreso local elige a un gobernador interino y convoca a elecciones en un plazo no menor de tres meses, y no mayor a 5, contados a partir de la publicación de la convocatoria.
Pero en ese proceso precisamente me detengo. Entiendo perfecto la posición que ha tenido Morena y PT en contra del morenovallismo y desde el congreso –y antes en campaña- emprendió una agenda contra de Moreno Valle y su grupo como cobro de facturas políticas y agravios.
Pero este momento exige que los diputados de Juntos Haremos Historia actúen con altura de miras, con visión de Estado, pues. Porque la inestabilidad de Puebla no conviene a nadie, porque la inseguridad puede tomar ventaja si ve que el Estado se debilita.
Es por ello que considero, la designación del gobernador interino y el proceso de emisión de la convocatoria de las nuevas elecciones y el proceso electoral mismo deben estar caracterizados por la mesura, la apertura y sobre todo el diálogo entre el grupo que hoy encabeza el gobierno del estado y los dos poderes: el judicial y el legislativo.
Los ciudadanos confiamos, los periodistas exigimos que todos estén a la altura de las circunstancias.
Ojalá así sea.
Gracias y que haya paz y armonía en Puebla.
Mis condolencias de nuevo a las familias afectadas.
