Atrás quedaron los años dorados de la tradición de vestir a la figura del Niño Dios. El auge por ir a confeccionar la ropa y demás accesorios para posteriormente llevarlo frente al altar, ha ido disminuyendo.
Al menos esa es la percepción que tiene Maria Luisa, quien lleva más de 15 años dedicándose a realizar, crear artículos y vestimenta para la figura de Jesús con motivo del Día de la Candelaria, fecha cuando termina el ciclo de la Navidad en México y es una tradición popular que ese día, se “vista” una imagen del Niño Jesús y se lleve a bendecir.
#Puebla 🗣️| Se desmorona la fe; baja drásticamente la tradición de vestir a los niños Dios. Hace cinco años se vestían hasta 100 figuras al día, a la fecha apenas se arreglan a 20. 📽️: @abel_cuba pic.twitter.com/Do3ayRFyNF
— Periódico Síntesis (@sintesisweb) 31 de enero de 2019
Desde su negocio ubicado a las afueras del templo de La Merced en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, la comerciante reconoce que las ventas cada día van siendo menos, “ya menos gente cree en esto, aparte de que también ya hay muchos puestos que se involucran en esto”.
Detalla que hace cinco años se vestían hasta 100 figuras al día, a la fecha apenas se arreglan a 20. “Antes no te dabas abasto, no te daba tiempo ni de comer”.
Adicionalmente, expresa que también coincide en que mucha gente se cambia de religión y deja la católica por lo que ya no es común que crean en vestir al niño Dios. “Cada año es menos”, insiste.
Recuerda que desde hace 15 años se enfocó a vestir a los niños, incluso, refiere que el negocio es familiar y la ropa se confecciona a mano.
En ese sentido, reconoce que también la fe y la creencia por parte de la población ya es menos; aunque también depende de la economía de las familias. “A veces ya la piensa uno en vestirlo porque en ocasiones ya no alcanza ni para lo más básico dentro del hogar”.
Detalla que entre la gente que aún sigue con esta tradición, la ropa que más piden es la de ropón o de vestimenta blanca como el niño de las palomitas, o del divino niño.
Entre los precios que maneja en su negocio oscilan desde 90 hasta 200 pesos, dependiendo del tamaño de la figura y de los accesorios que el cliente pida.
“Si buscas precios, hay variado, si uno se mete a un local, está un poco más cara, a diferencia de buscar puestos en la calle sí encuentras precios más accesibles”, explica.
Huachicol, una falta de respeto
A diferencia de que en algunos negocios les han pedido que se vista del niño huachicol, Mari Luisa asegura que a ella no le han pedido este tipo de encaje, “hasta ahorita no, si nos han dicho y hemos escuchado que los llegan a vestir del niño de huachicol, pero nada más”.
Desde su perspectiva, vestirlo con su manguerita y garrafón “es una falta de respeto, porque al que estas vistiendo es a Jesús, no a cualquier personaje”.
En la vestimenta del niño Jesús, se suelen utilizar cuatro colores básicos:
Blanco
Color de gloria, pureza y santidad – en fiestas de Pascua y Navidad.
Rojo
El color de la sangre y el fuego – para la Semana Santa, Pentecostés y la Fiesta de la Santa Cruz
Violeta
Color de arrepentimiento- para el período de Adviento y Cuaresma.
Verde
El color de la vida y de la esperanza – durante el entretiempo litúrgico (el color más común)
El Niño Dios puede ser una figura de yeso o madera. La tradición dicta que:
El primer año se le viste de blanco
El segundo de beige
El tercer año de colores
Los siguientes años ya puede tener trono y corona; se le puede vestir como el Señor de la Divina Misericordia, el Sagrado Corazón, Cristo Rey, el Buen Pastor.