Con doce años de edad y un entrenamiento constante de cuatro años a la fecha, Diana Hernández Flores ganó tres medallas en categoría pre-profesional en tres disciplinas de danza y tres becas en el extranjero, tras su participación en el Concurso Internacional de Danza Attitude, celebrado del 15 al 18 de marzo en la Ciudad de México.

La pequeña originaria de Puebla, ahora viajará a Cuba representando a México en el Encuentro Internacional de Academias de Ballet en Cuba, a celebrarse del 12 de abril al 19 de mayo. Cabe destacar que Diana fue una de los más de 500 participantes que llegaron a este evento de talla internacional en días pasados, provenientes de distintos estados y países como Francia.

En una entrevista con este medio, Diana comentó que fue hace algunos años que en Verano su mamá la inscribió a un curso de danza en la Academia Ballet Inteligente. A partir de ese momento y de la mano de la maestra Valeria Bautista, licenciada en Danza por la BUAP y experiencia con maestra cubanos y rusos, descubrió que tenía potencial. Así empezó a asistir a concursos de danza, obteniendo desde el inicio medallas.

«Me gusta mucho. Vengo -a la Academia- todos los días, casi todo el día. He visto que me puedo relajar pero además expresar sentimientos y es algo que me gusta mucho. Es la cuarta vez que vamos -al concurso Attitude-, me dieron ahorita tres becas, una a Michigan, otra a Chicago y una a Francia. Siento mucha felicidad. Es ¡Wow! Me gané una beca, es como que no se puede creer, pero yo si lo puedo creer«, dijo Diana.

En el Concurso Internacional de Danza Attitude, dan medallas simbólicas a los tres primeros lugares, de oro, plata y bronce, por puntaje. Además hay tres tipos de medalla de oro, sencilla, por unanimidad del jurado y una más con felicitaciones del jurado, que es la calificación más alta y la que Diana obtuvo en Clásico, explicó la maestra Valeria Bautista.

Las otras dos medallas fueron de oro en Jazz y de plata en Contemporáneo. Mientras que las becas obtenidas fueron para el Concours International de Danse Classique Grasse por Le Jeune Ballet Mediterraneen, un Curso de Verano de Chicago en la Ruth Page School Of Dance y un Curso de Verano en Michigan por parte de los organizadores.

Ahora resta buscar un poco de apoyo de parte de instancias públicas y privadas para solventar algunos gastos y poder continuar con este camino de Diana, a través de Ballet Inteligente con diez años de experiencia y con el apoyo de sus padres y en un futuro seguir los pasos de los mexicanos Elisa Carrillo o Isaac Hernández, que han triunfado en México y el extranjero.

«Los que quieran bailar, cualquier tipo de baile, que lo intenten, que lo hagan, no pasa nada si al principio no sale. Eso es muy normal, a mi me paso muchas veces. Lo tienen que disfrutar siempre y lo tienen que hacer con el corazón«, concluyó Diana. Cabe destacar que ella sigue cursando sus estudios normales a través del sistema Home School, lo que le da espacio y tiempo para reforzar otros temas en psicología, psicoterapia y nutrición.

Lo de Cuba, agregó la maestra Valeria, será la primera experiencia de Diana fuera del país, lo que será un reto más y aunque Puebla tiene un buen nivel de Danza, con diversas compañías y academias profesionales, destacó que en el pasado concurso en la Ciudad de México sólo figuraron tres, Ballet Inteligente de danza clásica, una de jazz y otra de ballet, «Puebla casi no suena a nivel nacional e internacional en concursos y Diana lo está haciendo desde hace cuatro años«.

 

 

Azucena Flores, madre de Diana, quien está día a día con ella, declaró que hubo un momento en que la pasión de la niña los sobrepasó como padres, pues se dieron cuenta que «efectivamente se lo empezó a tomar muy en serio, tras los concursos empezó a esforzarse más. Es muy perseverante, aprende rápido, no hay que estar insistiéndole. Muchas veces se piensa que somos los papás lo del gusto, pero aquí, en realidad es ella quien nos va marcando la pauta«.

En el camino han aprendido que no deben ellos ser una traba para su hija, la única limitación sería el dinero, pero en ese sentido están buscando apoyo para que no sea el motivo que trunque sus sueños. «Si a la niña no le gustara no estaríamos aquí. Ella no tiene todas, las características de una bailarina perfecta, como cuello largo y piernas largas, pero sí tiene un cuerpo delgado y se esfuerza tanto que puede lograr grandes cosas«, agregó la madre.

Sobre los mitos y realidades en cuanto a la alimentación y la presión que sufren los bailarinas de danza clásica, como de cualquier otra disciplina que exige un tipo de complexión, destacó que con Diana batallan como con todos los hijos, van buscando opciones, «no ha sido complicado, afortunadamente, ella no ha tenido el problema de engancharse en situaciones -trastornos- extrañas de alimentación, ha sabido manejarlas y va bien«, concluyó.

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