La investigadora adscrita a la Dirección de Estudios Arqueológicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Olga Fe Ramírez Montes de Oca, consideró pertinente que se investiguen, restauren y consoliden los basamentos piramidales conocidos como Xihuicos, mismos que se localizan en lo que hoy es San Lorenzo Teotipilco, junta auxiliar perteneciente al municipio de Tehuacán, y están registrados como sitio con vestigios arqueológicos aún no trabajado.
Precisó que en ese lugar existen construcciones de piedra con un núcleo de tierra y rocas más pequeñas, similar al de la zona arqueológica de “La Mesa” de San Diego Chalma, empero, con la diferencia de que no están a la vista porque están derrumbadas o colapsadas, de ahí la importancia de que se rescaten.
Sobre dichos cimientos, explicó que los antiguos levantaron sus plazas ceremoniales -básicas durante la época prehispánica-, así como sus templos y las casas de los gobernantes o sacerdotes.
Los vestigios hallados en el citado pueblo subalterno datan del periodo Clásico hasta el Posclásico y se tienen materiales que se remontan al año 600 de nuestra era, lo que implica una antigüedad de 1400 a 1500 años.
Sin embargo, no hay estudios claros al respecto, la mayoría corresponden a fechamientos relativos calculados en base a cerámica, rocas estratificadas u objetos encontrados en superficie, de tal manera que faltan los fechamientos absolutos que son los que realmente valen y que sólo se extraen de la prueba de Carbón 14.
En ese sentido, mencionó que en el Instituto de Investigaciones Nucleares (IIN), se está dando la facilidad de obtener ese tipo de datos por medio de análisis de metales, madera o concha, con la única limitante de que las piezas sujetas a estudio no sean de contexto.
Destacó que “se necesita hacer la investigación para que el INAH con bases más sólidas determine la vocación del lugar y proceda a su restauración y adecuación, coloque cédulas explicatorias, diseñe rutas y emita las recomendaciones que juzgue convenientes para, en su caso, convertirlo en atractivo turístico, propio para que la gente lo visite, dado que, por el momento, sólo se aprecian piedras amontonadas, hierba y tierra”.
“Desafortunadamente, el INAH no cuenta con suficiente personal de investigación que coadyuve a la conservación y rescate de las zonas arqueológicas que, a diferencia de otros países, en México abundan, de ahí el interés de expediciones francesas, estadounidense, alemanas, entre otras, que saben y valoran el rico patrimonio cultural que poseemos”, subrayó.
Por último, puntualizó que con la vegetación adecuada y el mantenimiento mínimo indispensable, los Xihuicos tendrían vida y se apreciarían mejor sus muros y estructuras, pues este sitio no ha escapado de las manos de los saqueadores quienes en busca de tesoros lo han dañado, sin reparar que en esta región no se trabajaron metales y, por lo tanto, “no hay oro”.
