La orden de aprehensión contra el exgobernador de Puebla, Mario Marín, y del empresario Kamel Nacif, por el delito de tortura en agravio de la activista política Lydia Cachoes un buen síntoma de que, a pesar del tiempo, acciones de esta naturaleza, excesos de parte de la autoridad, no se queden impunes, señaló el analista político de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Miguel Calderón Chelius.

El especialista indicó que, si bien han pasado más de 10 años sobre el caso Lydia Cacho, confía en que este seguirá prosperando, pues sería relevante para la sociedad poblana en particular y mexicana en general.

En entrevista telefónica, el experto matizó que “todos los hombres de poder” deben saber que, independientemente de su poder y del tiempo, hay actos que se van a perseguir y que van a tener un castigo, tanto social, como legal.

Dijo que tales acciones legales dan posibilidades y esperanza de que se pueda restituir el clima de limitación en los excesos que los funcionarios y gobernantes tienen en el ejercicio de sus funciones, así como en el uso para fines personales que hacen de los recursos que se les han confiado.

Asimismo, afirmó que la orden de aprehensión es “una luz en medio de tanta obscuridad” que hay en el país sobre la situación que viven los periodistas.

Calderón Chelius subrayó que el hecho de que esté avanzando el proceso legal, es para destacar ante la adversidad por tantos periodistas desaparecidos, asesinados y torturados.

En cuanto si le afecta o afectará el caso Mario Marín al Partido Revolucionario Institucional (PRI), el especialista consideró que no, más bien -subrayó- es un recordatorio para toda la clase política, porque lamentablemente existen muchos personajes políticos, en el PAN, PRD, Morena, y en el propio PRI, que tienen el tipo de conducta abusiva, excesiva y que creen que el poder les da derecho de cometer excesos.

En ese sentido no afecta en particular al PRI, sino a la clase en particular en su conjunto, me parece que es una muy buena señal para que todos, recuerden, que ese tipo de conductas no pueden quedar impunes”, sostuvo.

Calderón Chelius señaló que la orden de aprehensión en contra de Marín y Kamel Nacif, por el delito de tortura en agravio de Cacho, comenzó a prosperar desde el hecho de que el exgobernador comenzó a volver a salir en la arena pública.

Ya tiene un primer efecto, que es el de recordarnos el abuso que se generó durante ese gobierno por órdenes del gobernador, y yo esperaría que siguiera prosperando”, indicó.

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