Atlixco. Las mujeres en Atlixco ganan una batalla, más por fe que por equidad generó, este año 10 femeninas participaron en la procesión de Engrillados de la colonia Altavista.

Las Engrilladas de Atlixco

Y aunque esto no es algo nuevo, porque la participación de las mujeres en este viacrucis data del 2009, año con año las engrilladas aumentan.

Guillermina Alarcón, una de las organizadoras de esta procesión relató que la participación de la mujeres en los Engrillados de Altavista fue porque hace 10 años una mujer llegó y pidió de favor al organizador de entonces, Javier Alarcón, el cumplir una manda y participar.

Desde entonces el grupo de engrillados Javier Alarcón, abraza la devoción y la fe de las féminas a quienes sólo les pide respeto en su vestimenta y preparación para soportar el recorrido.

«Y la mujeres son valientes, aguantan el paso de los hombres, cargan las imágenes, soportan el sol de cabeza a pies y mire que este año el sol estuvo muy quemante, pero no cabe duda que la fe mueve y hace que la fuerza de voluntad sea más grande que el dolor y el cansancio», señaló la organizadora.

Ellas deben vestir una túnica negra, cargar cadenas, espinas en extremidades y cabeza, igual que los hombres. Una de de las participantes desde hace cinco años y que vive en esta colonia, pero que prefirió reservar su nombre, comentó que esto es un acto de fe.

«Pedimos la bendición de nuestro señor Jesucristo con esta procesión para que nos vaya bien en nuestro trabajo, en la salud, a nuestra familia la socorra, por eso lo hacemos», relató.

Grupo de Engrillados Javier Alarcón

Este grupo nace hace 30 años, cuando Javier Alarcón y sus hermanos que participaban año con año en los Engrillados de San Francisco deciden separarse de ese grupo y formar el propio.

Una de las bases que plantean es que la participación abierta y sin costo, como hasta la fecha se realiza; ahora por su hermana, ya que Javier Alarcón ya falleció.

Este 2019 en total entre mujeres y hombres participaron 32 engrillados en un recorrido que abarca al menos cinco colonias de la parte norte de la ciudad de Atlixco, con una distancia superior a los ocho kilómetros.

Al finalizar el viacrucis, la familia Alarcón ofrece agua y alimento a los participantes, además de un lugar donde limpiarse el sudor y las espinas que les quedan en el cuerpo tras el recorrido.

Engrillados de San Francisco

Con 104 años de antigüedad los Engrillados de San Francisco que acompañan el viacrucis de Santa María de la Asunción Acapetlahuacan, año con año se va reduciendo, en este 2019 sólo fueron 50 los hombres que participaron en esta acto de fe.

Como cada año los participantes se prepararon física y espiritualmente para realizar esta actividad que atrae a propios y extraños cada Viernes Santo.

En esta ocasión con el objetivo de que la actividad se convirtiera realmente en un acto de penitencia, hasta para los medios de comunicación que sólo van a tomar fotos, relató la organizadora Verónica Garcés, se cambió el horario a las 12 del mediodía, algo que hizo el trayecto aún más difícil para los Engrillados de San Francisco.

Vestidos con taparrabos, vendaje en los ojos, corona de espinas, 40 kilos de cadenas de metal, espinas en extremidades y con los pies descalzos los 50 hombres aguantaron el inclemente sol y arrastrando sus cadenas vivieron la especulación de los observadores sobre si son delincuentes, están enfermos o han cometido algún pecado mayor como para sacrificarse de esta manera.

Todo esto mientras a la cabeza de la procesión avanza entre letanía y letanía, el párroco de Santa María de la Asunción Acapetlahuacan llevando acabo la liturgia correspondiente, recordando cada una de las caídas antes de la crucifixión de Jesús de Nazaret.

Casi dos horas duró el suplicio para estos hombres que ven en este acto la única forma de mostrar su fe y reivindicarse ante la sociedad, pero sobre todo ante Dios. Muchos de ellos terminan con ampollas en los pies debido a las altas temperaturas que alcanza el pavimento. En los brazos los cazahuates se les injertan en la piel a través de las espinas produciéndoles fiebres por la noche y las cadenas les dejan marcado el dorso y los tobillos con quemaduras.

Pero nada de esto los detiene, año con año se dan cita y ofrecen este recorrido a su Dios y su señor. Hay historias de quienes han participado por 15 años seguidos, otros por tres o dependiendo de la manda.

Ser engrillado en Atlixco es algo que también se hereda, pues los hijos y nietos de quienes hace años iniciaron esta tradición son los que ahora participan.

Las alfombras de aserrín

Flores, cruces, palomas multicolores forman alfombras de aserrín sobre las calles del Barrio de San Juan de Dios, uno de los más antiguos de la ciudad.

Esta tradición es totalmente ciudadana, aquí no hay colores, no hay partidos, ni asociaciones políticas, mucho menos preferencias de cualquier otra índole; los vecinos se organizan para, que al menos una semana antes, se vaya a conseguir el serrín; después para colorear y el Viernes Santo llenar el pavimento de imágenes frescas.

Las alfombras de serrín y flores son una labor artesanal en Atlixco, una tradición que también se hereda, pues logra la unión de las familias y la convivencia vecinal. De esta forma podemos ver dos horas antes de que pase el viacrucis como niños, adultos, mujeres y hombres dan forma a las figuras en el piso.

Las alfombras sirven para dos cosas, la primera es preparar el camino para que pasen las imágenes santas durante el viacrucis; la segunda son el alivio para los engrillados, pues debido a que es serrín húmedo refresca su andar. Al finalizar el recorrido, los vecinos sacan escobas y recogedores para barrer todo, con el objetivo de limpiar las calles y evitar que el aserrín seco se meta a comercios y domicilios.

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