Por considerar que fue sujeta a violencia política de género, la regidora panista Augusta Díaz de Rivera denunciará al ex secretario de Medio Ambiente, Francisco Castillo Montemayor, toda vez que al calificarla de “indigna representante” entre otros calificativos, incurrió en este agravio.
En rueda de prensa, donde estuvo acompañada por la bancada de Puebla al Frente, relató lo sucedido en la comisión transitoria del agua realizada este jueves por la tarde, sitio donde tuvo que salir por el altercado que sostuvo con el exdirector del SOAPAP.
Incluso, Luz Rosillo Martínez recordó que no ha sido la primera vez que Castillo Montemayor se enfrenta con integrantes o invitados, derivado de ello, se le pidió a la presidenta de la comisión implementar un protocolo para evitar que las sesiones se tornaran agresivas y extenuantes, aspecto al que hizo caso omiso.
Díaz de Rivera informó que ante los hechos de este 24 de abril, recurrirá ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y, en caso de no prosperar su demanda, hará ejercer su derecho ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Asimismo, pedirá a la Secretaría para la Igualdad Sustantiva de Género elabore un protocolo de atención a la víctima, para evitar que a futuro se repitan estos actos violentos.
“La violencia política en contra las mujeres comprende todas aquellas acciones y omisiones incluida la tolerancia que, basadas en elementos de género y dadas en el marco del ejercicio de derechos políticos electorales, tengan por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos políticos o de las prerrogativas inherentes a un cargo público”, citó.
A la par, lamentó que Rosa Márquez, quien desde este día cuenta con licencia de 45 días para participar en campaña, no haya hecho valer su posición y llamar al orden.
“La presidenta nunca puso orden como lo vieron en el vídeo. Todo el tiempo me agredió (Castillo), tuve que defenderme sola, los hechos sí encuadran en violencia política. Él empezó a agredirme diciendo que era indigna simplemente porque no coincidía con los argumentos”.
Agregó, pese a la afrenta, que no pedirá que se le prohíba a Castillo Montemayor en próximas sesiones esperando que los hechos no vuelvan a suceder.