Atlixco. Atlixquenses protectores de animales se presentaron el pasado fin de semana en la plazuela de la danza para evitar que se sacrificara un guajolote como parte del ritual de colocación del palo para la danza de los voladores de Cuetzalan, por considerarlo como un acto atroz.

Llegaron al lugar después de enterarse por redes sociales que el animal estaba en espera de que terminaran de soldar los trozos de metal que conformaran el nuevo palo de 28 metros de alto, debido al retraso en las labores de los herreros, de los mismos voladores para colocar cada uno de los trozos de madera que usan como escaleras y de los pintores, tanto la colocación como el sacrifico se pospusieron.

Sin embargo los protectores de animales, formaron guardias a lo largo de toda la noche de viernes para sábado con el fin de que evitar a cualquier hora este “salvajismo”. Pese a ello los trabajos no avanzaron y se decidió posponer la colocación del mástil hasta nuevo aviso, así lo dio a conocer la dirección de turismo municipal, a través de su titular Miguel Cordero.

Año con año se realizan las dos fiestas más importantes culturalmente hablando, para Puebla y Atlixco, respectivamente, el Huey Atlixcáyotl y el Atixcayotontli, en ambas hacen acto de presencia los voladores, como plato fuerte a lo largo de casi dos horas de danzas provenientes de las regiones del estado y del valle.

El ritual de colocación del palo en el centro de la plazuela de la danza Neototiloyan, del cerro de San Miguel, es determinante para que los hombres pájaro se sientan con la confianza de subir a la punta y descender sostenidos de los pies con una cuerda, volando en círculos.

Previo al levantamiento del palo, ya sea de madera o de metal, uno de los voladores se introduce en el agujero rascado en la plazuela que tiene de profundidad al menos dos metros, en el poco a poco y al ritmo del flautín va colocando flores, agua bendita, un sahumerio con incienso con el que previamente elevo su plegaria a los cuatro puntos cardinales para pedir la protección y unificación de todos los elementos.

Parte importante de este ritual es la colocación de todos los ingrediente que se usan para elaborar el mole poblano, se coloca jitomate, chocolate, especias, pero sobre todo un guajolote vivo, que se ata y acomoda en el centro del hoyo para esperar su sacrificio al colocar el enorme tuvo de metal, posteriormente se sella todo con cemento.

Todo esto es parte de la idiosincrasia de los que participan en la danza que aplausos arranca en cada festividad, si no lo hacen así no tienen la confianza de volar, por ello ante la insistencia de los protectores de animales, pese a la explicación anteriormente detallada, la dirección de turismo y los representantes del patronato decidieron posponer el levantamiento del palo, sin fecha fija.

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