Cada cinco años se llevan a cabo las elecciones supranacionales más importantes del mundo, en las cuales las y los ciudadanos de la Unión Europea, eligen a sus representantes ante el Parlamento Europeo a través del sufragio directo.

Las elecciones europeas, por sus características particulares duran cuatro días, ya que cada país perteneciente a la Unión Europea, además de regirse por la legislación de la Unión, tiene su propio marco normativo en materia electoral, lo que ha hecho imposible que la jornada electoral se lleve a cabo en una sola fecha, pero si ha permitido que países europeos celebren de manera concurrente algunos de sus comicios locales.

En las elecciones del pasado fin de semana, los primeros en votar en la elección que inició el pasado 23 de mayo fueron Holanda y Reino Unido. Cabe recordar que en 2016 se llevó a cabo el segundo referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea, cuyo resultado fue de casi un cincuenta y dos por ciento a favor de la salida de la Unión, por lo que esta elección europea sería la última que cuente con su participación, ya que la fecha acordada para la salida británica (hasta el momento) es el 31 de octubre de este año.

Durante el segundo día de la elección, se llevó a cabo la jornada electoral en Irlanda; República Checa celebró sus comicios en dos días: 24 y 25 de mayo; Eslovaquia, Letonia, Malta y algunos territorios franceses de ultramar tuvieron sus elecciones el mismo día 25, y el resto de los países pertenecientes a la Unión Europea, llevaron a cabo su elección el pasado domingo 26 de mayo.

Estas elecciones, que tienen su base normativa en el Tratado de la Unión Europea (art. 14), en el Tratado del Funcionamiento de la Unión Europea (art. 20, 22 y 223) y en el Acta relativa a la elección de los diputados al Parlamento Europeo por sufragio universal directo, modificada el 13 de julio de 2018, marcarán el rumbo de Europa durante los próximos años en materia de empleo, economía, seguridad, migración, cambio climático, entre otros.

Hay aspectos que merece la pena analizar sobre Europa, tales como la obligatoriedad del voto en países como Bélgica, Bulgaria, Chipre, Grecia y Luxemburgo y las sanciones pecuniarias que se le pueden llegar a imponer a quienes se abstengan de cumplir con esta obligación.

También es de destacarse el hecho de que algunos países como la República Checa no contemplaran la posibilidad de votar desde el extranjero y el único país en celebrar esta elección de manera electrónica fue Estonia, a pesar de que la Unión Europea es hoy en día, la máxima expresión de globalización democrática y de que es difícil llegar a pensar que no existieran las condiciones tecnológicas óptimas en los países europeos para poder hacer mayor uso de estas herramientas de vanguardia.

Sin temor a equivocarme, el centro de atención de los especialistas a nivel mundial, será el estudio que lleven a cabo, respecto del índice de participación y los resultados electorales, aunado a aspectos que han caracterizado las elecciones a nivel mundial en los últimos años como el desencanto de la ciudadanía con sus autoridades y la popularidad que han adquirido los discursos nacionalistas. También deberemos estar atentos en los próximos meses a las repercusiones que haya alcanzado el Brexit entre el resto de países europeos, una vez que se lleve a cabo su materialización.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here