El mandatario estadounidense Donald Trump quiere obligar a los chinos a aceptar sus condiciones obsesionado por reducir las diferencias comerciales entre uno y otro país, su volumen de intercambio que por ende significa igualmente su posición en números negros o rojos en su balanza comercial entre ambas naciones.
Y con Rusia el entendimiento está congelado, se creyó que en julio del año pasado en el encuentro en Helsinki entre Trump y Vladimir Putin habría un acercamiento para mejorar las relaciones bilaterales que durante ocho años de la Presidencia de Barack Obama se mantuvieron de bajo perfil. No ha sido posible porque nadie se fía de Trump.
La nación eslava permanece además en una especie de aislamiento desde 2014 impuesto por la Unión Europea (UE) y la ONU como castigo por la anexión de Crimea; y también se ha sumado EU añadiendo sanciones económicas, financieras y de inversión desde 2016.
Para el presidente chino XI Jinping lo actitud de Trump es de franco “terrorismo económico” y esa persecución acontece en defensa de los intereses norteamericanos, la intención clara es que Rusia no tenga gasoductos funcionando en Europa… que deje de ser el suministrador de petróleo y otros energéticos.
Con China, la batalla es evitar que se posicione como socio claro comercial con la UE y que la multinacional Huawei no controle el suministro de la red 5G en Europa. Las fuertes acusaciones de Washington de que Huawei espía para Beijing basadas en la CIA, no han logrado amedrentar (aún) a los europeos.
“El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una serie de 23 cargos contra la empresa Huawei a la que acusa de espionaje industrial y de conspirar para infringir el régimen de sanciones impuesto por EU a Irán”.
La baza del espionaje no ha hecho mella en los contratos europeos se han mantenido firmes: España este sábado será el primer país en echar a andar la red comercial 5G en 15 ciudades y tanto Huawei como Ericsson son los suministradores en el país ibérico.
Lo es igualmente en Italia, en Alemania y en Reino Unido. Para malestar de Trump con Europa a la que amenaza con castigarla imponiéndole aranceles a la importación de automóviles.
También Rusia, afirmó el mandatario Putin, ha firmado un acuerdo (dentro de los 30 signados con China en la más reciente visita de Jinping) para que Huawei desarrolle la tecnología 5G para beneficio de los rusos.
A COLACIÓN
En el pasado encuentro en San Petersburgo, entre los líderes de China y Rusia, fueron firmados varios compromisos que se extendieron a favor de acelerar e intensificar su intercambio comercial bilateral que es tibio en comparación con otras economías, los dos desean demostrarle a Estados Unidos que juegan sus cartas de forma inteligente y que no terminarán rendidos.
China es el principal exportador mundial, Rusia ocupa el sitio decimocuarto en dicho renglón; la economía china tiene de principales socios comerciales en sus exportaciones a Estados Unidos (19%), Hong Kong (12.4%), Japón (6%) y Corea del Sur (4.5%). Y en sus importaciones sus principales socios comerciales son: Corea del Sur (9.7%), Japón (9.1%), EU (8.5%), Alemania (5.3%) y Australia (5.1%).
En cambio, Rusia, sus principales socios comerciales en sus exportaciones son: China (10.9%), Países Bajos (10%), Alemania (7%), Bielorrusia (5%) y Turquía (4.9%).
En cuanto a sus fundamentales socios en el renglón de las importaciones destacan: China (21.2%), Alemania (10.7%), Estados Unidos (5.6%), Bielorrusia (5%), Italia (4.5%) y Francia (4.2%).
Hay otros convenios interesantes que requieren de un estudio pormenorizado por sus respectivos bancos centrales, tanto Putin como Jinping, desean impulsar al rublo y al yuan, sus respectivas monedas, para usarlas como expresión de su intercambio comercial; pretenden librarse de la utilización maniquea del dólar realizada por el Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia americanos.
Nadie imaginaría hace setenta años que los dos más grandes defensores del multilateralismo y los beneficios de la globalización así como del libre comercio serían China y Rusia. Y que Estados Unidos estaría jugando el papel de gato arisco.
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales.