Atlixco. Además de conmemorar el jueves de corpus Christi en esta ciudad por parte de la comunidad católica-apostólica-romana, los atlixquenses retoman la tradición de elaborar el dulce típico y único de este municipio, la jeripa.

Se trata de una natilla de color rosado que elaboraban en el siglo pasado las mujeres de este municipio y que solamente se degustaba y vendía cada jueves de corpus, debido a lo laborioso de su preparación.

La jeripa está hecha de harina de arroz, azúcar, canela y agua de azar que le da un sabor inigualable; se sirve en cazuelitas de barro y decora con ajonjolí espolvoreado. Para tenerlas en su punto, los dos únicos vendedores de jeripa en la ciudad las elaboran un día antes de su venta. Preparan al menos cada uno cerca de 500 cazuelitas por día, tomando en cuenta que son dos días de venta, las cuales tienen precios de 10, 20 y 30 pesos dependiendo del tamaño de la cazuela.

Aunque muy pocas veces resulta redituable la venta debido a que el costo no se compara con las horas de elaboración que se le invierte, porque debe estarse moviendo todo el tiempo la preparación para que no se queme.

Alicia Hernández, una de las vendedoras de jeripa, comentó que desgraciadamente la elaboración del dulce Atlixquense se está perdiendo, debido a que pocos ya conocen la receta o les da flojera hacerlas. Y precisamente para preservar esta herencia gastronómica, en el compendio recetario de comida tradicional mexicana que se editó por un grupo de atlixquenses en el 2018, se recuperó esta receta.

Los dulces ya vendidos se pueden conservar en refrigeración y consumir durante los próximos cuatro días. Alicia contó que ella aprendió a hacerlas con su tía y a su vez enseñó a sus hijos a elaborarlas. También se dice dispuesta a dar clases a quién deseé aprender para que la tradición del único postre de Atlixco no se pierda.

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