Alejandro Moreno, aspirante a presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) estuvo en Puebla en un par de encuentros relevantes en medio de la renovación de la dirigencia del partido más dolido con el resultado electoral de hace un año.

Por la mañana visitó Zacatlán, donde se reunió con un grupo numeroso de militantes priistas, después tuvo una comida con medios y en la tarde reuniones con sus liderazgos en la sede del PRI estatal, acompañado por Carolina Viggiano, aspirante a secretaria general del tricolor (y quien buscará la gubernatura de Hidalgo en un año y medio).

El equipo de Alito en Puebla parece representar a todos o a casi todos.

Incluyó al exgobernador Melquiades Morales, al reciente presidente del PRI en Puebla y legislador local, Javier Casique Zárate, a Blanca Alcalá, a Enrique Doger, Alberto Jiménez Merino, Silvia Tanús,  y al delegado Mariano González.

En una misma mesa, en la comida con medios, sentó de manera inusual y además admirable a quienes hace unos meses se dieron con todo, públicamente y en privado, en la disputa por la candidatura a la gubernatura.

De hecho, la presencia de varios de esos personajes llama la atención porque por su interés propio o por el interés de seguir en el partido o por la razón que sea se tragaron los sapos.

Entre otras cosas que dijo, apunto:

  1. Que llegando a la dirigencia impulsará reformas internas porque el PRI está atado en sus propios estatutos.
  2. Impedirán que los priistas de “cúpula” o cómodos se queden con las plurinominales, mientras que hay quienes sudan la camiseta.
  3. Ofreció también ser combativo pero proactivo ante Andrés Manuel López Obrador, cuyo gobierno, aseguró, no tiene rumbo.
  4. También se deslindó de haber sido impulsado por el propio presidente de la República.
  5. De hecho reprochó que la dirigencia nacional no ha estado a la altura de las circunstancias y que no ha tenido discurso ni acción contra los despidos de servidores públicos, ante el problema migratorio y las inconsistencias como la creación de las refinerías y la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
  6. Y de paso aseguró que cuenta con las simpatías ciudadanas y que no irá al PRI a ver qué gana sino a reactivar –con amplias posibilidades, dijo- su capacidad de competencia.
  7. Alito se refirió a Puebla y dijo que no tolerará las traiciones, y sobre todo, que comenzarán a contar con quiénes se queda el partido y con ellos comenzarán a trabajar.
  8. Hizo un preocupante escenario en materia de delincuencia en Puebla e hizo votos porque no se salga de control.

Para los priistas quizá esta sea una alternativa, una pequeña esperanza en el peor momento del PRI en la historia reciente.

Así la visita de Alito a Puebla.

Gracias y nos leemos el lunes.

Twitter: @erickbecerra1

Face: @erickbecerramx

 

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