Pruebas de control de confianza en forma obligatoria e impostergable a la Guardia Nacional, demandó la Red Mexicana de Franquicias, tras la presunción de que algunos de sus miembros se vieron involucrados en secuestros, así como el repunte en la percepción de inseguridad en Puebla.
Para el caso de Puebla, se estima 1.2 millones de personas que atestiguaron robos o asaltos, 1.19 millones consumo del alcohol en calles, un millón 66 mil vandalismo, unos 758 mil reportan pandillas o bandas violentas, más de 582 mil comercio de drogas y disparos frecuente de armas, mientras más de 281 mil robo o venta ilegal de combustibles, conforme cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El vicepresidente de la Red, Roberto Esquivel Ruiseco, afirmó que por ley ninguno de los cuerpos de seguridad puede quedar exento de las pruebas de control de confianza, al exponer que, por la premura de tiempo en que se estableció la Guardia Nacional tampoco es justificable que se carezca de estos filtros.
En ese mismo sentido, el vicepresidente, Enrique Vargas Medina, reveló que ante el aumento en la percepción de inseguridad alrededor del siete por ciento de los empresarios del sector franquicias han optado por conseguir vehículos blindados, así como manejarse en unidades de bajo perfil.
Si bien es obligación del Estado garantizar la seguridad pública, el hecho es que queda claro que los ilícitos han ido en aumento, o al menos la percepción social, como se refleja en los números de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), elaborada por el Inegi, que ubica a Puebla entre las localidades donde empeoró la percepción ciudadana, refirió Vargas Medina.