Con cuatro funciones que tuvieron lugar en el Teatro Principal durante los días miércoles y jueves de esta semana, la primera actriz Sylvia Pasquel cerró un ciclo en Puebla con la obra «No seré feliz pero tengo marido», que con cinco años de éxito en cartelera, en la segunda parte de este 2019 está en «La gira del adiós».

Con todo el profesionalismo que la caracteriza, pese al accidente presentando el mismo montaje cuatro días antes, donde se dislocó el brazo e incluso tuvo que usar collarín por padecer dolor en las cervicales, Sylvia Pasquel con las debidas precauciones cumplió con su cita en Puebla, donde en cada función fue aplaudida de pie.

Teniendo como escenario una casa, la actriz presenta la historia de Vivi, una mujer que se casa con «Jorgito» tan sólo a seis meses de haberlo conocido y es que se «comieron la torta antes del recreo» y ella con un abultado vientre es presionada por las tradiciones familiares a no tener un hijo fuera del matrimonio. Los consejos de la abuela, totalmente chapada a la antigua, no faltaran para que ella se desviviera por su hogar.

En el camino Vivi va perdiéndose a sí misma, entre sus «obligaciones» como esposa y después como madre. Total que los hijos crecen, el esposo, siempre indiferente, simplemente se dedica al trabajo. Y el gran balde de agua fría llega justo el día en que cumplen 25 años de casados, cuando «Jorgito” le da el “regalo” de abandonarla por un mujer más joven.

Entre risas y sollozos el público atendió cada escena de la obra, llevándose al final una buena reflexión alrededor del matrimonio, la igualdad, comunicación, amor y sobre todo, el respeto que debe existir en él, donde una parte es tan valiosa como la otra.

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