Sin libertad de expresión, simple y sencillamente no hay democracia, es consustancial la oportunidad de investigar y divulgar sin cortapisas, así como el derecho colectivo de la sociedad para acceder a la información, advirtió el rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Mario Patrón.
En su artículo publicado en un diario de circulación nacional, denominado “Entre lo nuevo y lo viejo”, el directivo se enfoca a los medios de comunicación y los recientes dichos presidenciales contra la revista Proceso o los diarios Financial Times y Reforma.
Subrayó que, desde la presidencia se ha acudido a la descalificación y ello genera ruido, al grado de que perdemos el foco de lo relevante, por lo menos en términos democráticos, que es cómo asegurar el papel de los medios de comunicación en un entorno de libertad de expresión y cómo revisar y –en su caso– rediseñar el modelo de órganos constitucionales autónomos en nuestra maltrecha democracia.
“Considero que ello es crucial porque cada día que pasa de la denominada ‘4T’, es un día donde nos debatimos entre lo nuevo y lo viejo, entre una transformación de régimen o una alternancia política y con ello sólo un cambio de colores partidistas”, delineó.
El rector sostuvo que lo nuevo y, sobre todo, lo propio de un gobierno progresista frente a los medios es cómo cesar la vieja y corrupta práctica de la publicidad oficial como el método más sofisticado para coartar la libertad de prensa a través de prebendas económicas que, de manera perversa, generan dependencia financiera de los medios hacia los recursos públicos del Estado y con ello se erigen en un garrote efectivo cuando el poder público se incomoda con algún reportaje de investigación.
“Como práctica del poder público es mejor tener un presidente vocal que debata abiertamente con los medios que un régimen como el de Peña, que acudía al financiamiento público como la mejor estrategia para coartar la libertad de expresión. De cualquier forma, mal hace el actual presidente en personalizar: una cosa es que ejerza su derecho de réplica frente al contenido de un reportaje y otra es que denueste la línea editorial de un medio o que de manera prejuiciosa los denomine fifís”, sostuvo.
En todo caso, el rector de la Ibero insistió en que el debate central en esta agenda tendría que ser una regulación de la publicidad oficial que garantice la libertad de prensa y ello sería una oportunidad para un gobierno progresista como se asume la «4T». “Un buen comienzo fue la publicación de la lista de medios y personas beneficiadas por el presupuesto público”, destacó.