Al darle asilo al ex presidente Evo Morales tras su renuncia como mandatario de Bolivia, México se posiciona con un liderazgo emergente, que es claramente el liderazgo del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Así lo estudió el analista de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Juan Luis Hernández Avendaño, quien dijo que el canciller es el único miembro del gabinete que está gestionando conflictos muy complicados y densos.
“Una relación muy complicada con Estados Unidos, pero también una relación muy complicada con la conflictividad de América Latina; entonces pienso que Ebrard está fungiendo en una suerte como de vicepresidente que su capacidad, experiencia y talentos, están mostrados y demostrados”, indicó.
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Indicó que hizo muy bien en recuperar una tradición mexicana (asilo) que se olvidó durante muchos años y que finalmente hace que México no se comprometa del todo con los conflictos en otros países y sí abre el país particularmente “en ciertos casos riesgosos”.
“Parece que hay información muy fidedigna, en el sentido de que querían matar a Evo Morales, entonces creo que el gobierno mexicano en ese sentido, actuó de una manera interesante en términos geopolíticos, hace liderazgo regional”, precisó el experto.
A su vez, Hernández Avendaño, subrayó que Evo Morales hubiera dejado la presidencia de Bolivia hace algunos años como uno de los mejores estadistas del mundo, tomando en cuenta las estadísticas económicas y sociales que en sus periodos presidenciales tuvo, “sigue siendo el país que más crece en América Latina, una cosa impresionante, pero se aferró al poder e hizo fraude a la ley, lo que alentó a las fuerzas opositoras”.
