Algunos nombramientos se dieron como pagos de cuotas entre los partidos que formaron parte de la coalición Juntos Haremos Historia, otros como parte de favores que Maia que pagar, unos más a razón de la recomendación al más alto nivel y algunos otros producto de las alianzas estratégicas.
En este último bloque estaba Fernando Manzanilla Prieto.
Ante la urgencia de armar un equipo experimentado que hiciera frente a los retos del interinato en la entidad al inicio del 2019, se tomó la decisión de mandar llamar a Fernando Manzanilla quien conocía bien la estructura política de Puebla cuando fungió como Secretario General de Gobierno en el inicio del sexenio de su extinto cuñado, el Gobernador Rafael Moreno Valle.
Y la utilidad del estratega, quien dejó su curul en San Lazaro fue fundamental para la estabilidad que se necesitaba para el proceso extraordinario vivido el año pasado.
Y entre estos acuerdos, la permanencia de Manzanilla Prieto fue un factor determinante.
Su influencia fue fundamental y se prefirió mantenerlo cerca que lejos (una máxima del oficio político) y ya con la maquinaria echada “pa´delante”, se le arrinconó de alguna manera.
Al final, lejos de la posibilidad de una alianza con sus acérrimos rivales -como se quiso hacer creer-, Manzanilla preparará su camino hacia la Presidencia Municipal de Puebla y lo hará desde el la Cámara de DIputados.
Es mentira que haya existido una ruptura con el gobernador Barbosa a raíz de un montaje periodístico.
Por otro lado, la llegada de David Méndez Márquez deja satisfechos a los diversos grupos políticos y sociales de la entidad.
Desde la campaña y durante los cinco meses y medio de la administración barbosista, Méndez Márquez ha mostrado una gran capacidad de dialogo, de concertación y de entendimiento con todos los sectores.
Se trata del hombre de mayor confianza del mandatario estatal, que no es poca cosa.
La gran fortaleza de David Méndez es que no existe una ambición política que le quite el tiempo.
Es un hombre de bajo perfil, que supo poco a poco filtrarse al primer circulo de quien hoy toma las decisiones en la entidad.
David Méndez, siendo regidor por el PRD en el trienio de Eduardo Rivera, fue de los pocos que no se corrompieron para avalar la ultima cuenta pública que provocó una guerra intestina en el Cabildo poblano.
Su trato sencillo y capacidad de empatía le han ganado el respaldo de todos los grupos sociopolíticos del Estado.
El reto es enorme, pues el nuevo Secretario de Gobernación podría pasar a la historia como un funcionario que no perdió el piso o podría confirmar que en hombres que parecieran tan íntegros, el poder enloquece y corrompe… algo que ha puesto en evidencia la autonombrada, 4T.
@AlbertoRuedaE