Desafortunadamente en México no existen políticas públicas eficientes que beneficien a quienes padecen una enfermedad mental; aún existen muchos tabúes y estigmas respecto al tema, lo que posiciona a México como la segunda nación que más discrimina a los pacientes mentales, solo detrás de Ucrania.

En nuestro país existen millones de personas que padecen alguna enfermedad de salud mental, y en consecuencia el nivel de vida que llevan no es el adecuado, toda vez que necesitan algún tratamiento y sobre todo una atención especializada para tratar el padecimiento.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 17 por ciento de las personas en México presenta al menos un trastorno mental y una de cada cuatro lo padecerá como mínimo una vez en su vida.

A escala global, el trastorno de ansiedad, la depresión, los problemas asociados al consumo de drogas o alcohol, la esquizofrenia y el trastorno bipolar están entre las seis causas principales de discapacidad, con una tendencia al alza. Se calcula que para 2030, la depresión será la segunda causa de disminución de años de vida saludable en el plano mundial y la primera en los países desarrollados, lo cual reducirá notablemente la calidad de vida de las personas.

Poco presupuesto

Sin embargo, el presupuesto para la salud mental en México es insuficiente, ya que sólo se destina alrededor del 2 por ciento, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que se invierta entre el 5 por ciento y el 10 por ciento, informó la diputada federal del Partido Encuentro Social (PES), Elba Lorena Torres Díaz.

Además, señaló que el 80 por ciento del gasto en salud mental se emplea solo para mantener hospitales psiquiátricos, mientras que se destina muy poco a detección, prevención y rehabilitación.

Problemas de salud mental más frecuentes:

-Trastornos de ansiedad

-Trastorno de pánico

-Trastorno obsesivo-compulsivo

-Fobias

-Depresión

-Trastorno bipolar

-Trastornos del estado de ánimo

-Trastornos de la alimentación

-Trastornos de la personalidad

-Trastorno de estrés post-traumático

-Trastornos psicóticos

-Esquizofrenia

La secretaria de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados, indicó que este tipo de enfermedades que padecen las y los mexicanos en ocasiones no tienen un control, tratamiento, terapia o algún tipo de atención médica, psiquiátrica o psicológica que atienda tal situación y en ocasiones se agrava cuando no saben que lo padecen pues nunca han recibido información que los oriente sobre su status mental.

En el caso de México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Mental, 18 por ciento de la población urbana en edad productiva, de entre 15 y 64 años de edad, sufre algún trastorno del estado de ánimo, como ansiedad, depresión o fobia.

Trastornos psiquiátricos en menores de edad

La alarma se dispara cuando se analiza la estadística de los trastornos psiquiátricos en menores de edad, pues en México se ha incrementado en los últimos 10 años, en 1997 la depresión infantil ocupaba el decimotercer sitio, y a partir de 2016 ocupa el segundo sitio entre los trastornos de salud mental de diagnóstico más frecuente. La Organización Mundial de la Salud estima para 2020 a escala global, la depresión infantil desbancará el déficit de atención del primer lugar de trastornos mentales en edad pediátrica.

La Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil (AMPI) estima que por lo menos 50 por ciento de los trastornos mentales del adulto se gestan en la infancia y adolescencia, lo cual hace reflexionar sobre la importancia de intervenir a tiempo y a través de estrategias de prevención.

La Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, señala que 50 por ciento de los trastornos mentales inicia antes de los 21 años y casi 1 de cada 4 adolescentes (24.7 por ciento) se encuentran afectados por uno o más problemas de salud mental.

Los trastornos más recurrentes entre niños y adolescentes son problemas de aprendizaje, retraso mental, trastornos de ansiedad y por déficit de atención, depresión y uso de sustancias, así como intentos de suicidio: hay diversos factores que influyen en este deterioro de su salud mental.

Por la situación es preciso crear programas de información y capacitación a la población, especialmente al sector educativo y de salud respectivamente, dados los alarmantes incrementos en los índices de suicidio en adolescentes entre los 15 y 19 años de edad. Conforme a datos proporcionados por la AMPI, en México se cuenta con 544 establecimientos ambulatorios de salud mental en todo el país, de los cuales solo el 3 por ciento está destinado a niñas, niños y adolescentes.

Se estima que sólo 5 por ciento de las escuelas primarias y secundarias cuentan de tiempo parcial o completo con un profesional de la salud mental.

Es por ello que la diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Lilia Villafuerte Zavala, solicitó al gobierno federal para que a través de las de las Secretarías de Educación Pública, y de Salud, diseñen e instauren programas para la promoción y atención de la salud mental de las niñas, los niños y los adolescentes en las instituciones de educación pública del sistema educativo nacional.

Aseveró que las enfermedades mentales son un enemigo silencioso que llega de manera casi imperceptible a la vida de niñas, niños y adolescentes; les impiden un desarrollo sano e integral, y los lleva en muchas ocasiones a tomar decisiones que atentan contra su integridad física y su vida.

Diputado pide que trastornos mentales sean incorporados en la agenda pública

Debido a que los problemas de salud mental actualmente están afectando a muchas personas en su ámbito personal, social y laboral, el diputado federal, César Agustín Hernández Pérez, del Grupo Parlamentario de Morena, pidió a la Secretaria de Salud (SSA) a que incluya como objetivo prioritario en el programa sectorial de salud generar estrategias y líneas de acción nacionales para prevenir y atender la salud mental y sus consecuencias.

Hernández Pérez, apuntó que la salud mental está determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos, por ejemplo, las presiones socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo bien conocido para la salud mental de las personas y las comunidades. Las pruebas más evidentes están relacionadas con los indicadores de la pobreza, y en particular con el bajo nivel educativo.

Asimismo, la mala salud mental se asocia a los cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia, mala salud física y a las violaciones de los derechos humanos.

Altos niveles de mortalidad en pacientes con trastornos mentales

Las personas con trastornos mentales presentan tasas desproporcionadamente elevadas de discapacidad y mortalidad. Por ejemplo, las personas con depresión mayor o esquizofrenia tienen una probabilidad de muerte prematura un 40 a 60 por ciento mayor que la población general. A nivel mundial, el suicidio es la segunda causa más frecuente de muerte en los jóvenes.

En nuestro país, de acuerdo con datos señalados en el Plan Nacional de Desarrollo los trastornos mentales afectan a casi 30 por ciento de la población mexicana, sin embargo, sólo una quinta parte recibe tratamientos.

En México se registra una baja inversión histórica (alrededor de 2 por ciento del presupuesto nacional en salud) destinada a la atención de la salud mental, cuando la OMS recomienda invertir entre 5 y 10 por ciento del presupuesto de salud. La problemática se agudiza entre la población joven, quienes enfrentan niveles de prevalencia más altos de depresión y trastornos de ansiedad que, entre otras cosas, son causa de las altas tasas de incidencia de suicidio registradas en personas jóvenes (8 por cada 100 mil jóvenes).

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