Julieta Venegas ofreció un concierto acústico e íntimo en Puebla y aunque el concierto estaba pactado a las 20 horas y ella apareció en escena hasta las 21:40 horas, sus seguidores olvidaron la molestia de la espera y la recibieron con aplausos y gritos de emoción para disfrutar de sus interpretaciones a lo largo de dos horas.
Con un escenario muy sencillo en el que destacaba su piano, la cantante mexicana abrió la velada con “Ilusión”. Al final de ésta las luces se prendieron y dejaron ver a Julieta los huecos entre las butacas del Auditorio de la Reforma, entonces pidió la gente que ocupara las filas de enfrente para estar más cerca.
En lo que hacía tiempo para que todos bajaran, explicó que el show era un recorrido musical por canciones muy conocidas, pero también algunas nuevas y que ni siquiera ha grabado.
“Hola ¡Qué lindo estar en Puebla la hermosa! Qué lindo volver a Puebla, hacía mucho que no venía, además me había tocado estar siempre en lugares más grandes así que me encanta poder verles sus caras, muchas gracias por venir. Para mí –este concierto- es volver a la esencia de las canciones, esto es como tocar en mi casa”.
Sentada al piano continuo con “Amores Platónicos” y “Ya conocerán”, una muy triste, muy llegadora, pero yo creo que las canciones tristes son terapéuticas. Si tienes que llorar, llora”, invitó al público. “Forma” fue la siguiente de la lista, una que aún no ha grabado y en la que expreso que ella ahora no es de llevar amores de larga distancia.
“Déjenla dormir”, “Canta, canta, canta”, “Una respuesta”, “Oleada”, “Ese camino”, “Sola”, “Andar conmigo”, “Lento”, “Me voy”, “De mis pasos” y “Limón y sal”, fueron otros títulos que sonaron a lo largo de la noche.
Cabe destacar que el acto abridor de este concierto fue Marrasa, dueto electro-jarocho invitado y que se adaptó al concepto acústico para acompañar a Julieta Venegas en los conciertos de Querétaro, Puebla y Oaxaca. Marrasa está integrado por Lucía Farías y Matías Saavedra, y este par se llevó las palmas y el respeto de la audiencia.
