La marcha de estudiantes llegó a Casa Aguayo, donde el morenista Luis Miguel Barbosa Huerta los recibió. Ahí, los jóvenes reprocharon el aumento de la inseguridad en Puebla y el gasto que el gobierno hizo para desaparecer la imagen e infraestructura de administraciones anteriores, en vez de invertir en temas como salud y seguridad.

El gobernador del estado escuchó las quejas desde el empedrado del antiguo edificio y respondió que el tema de seguridad es de todos. Así que ofreció actuar con honestidad y fuerza, para desmontar el sistema corrupto que había en el estado, al igual que pidió a la sociedad asumir la parte que le toca.

“Todos tenemos que hacer cosas, yo no tengo nada que esconder; en el caso de los muchachos no hay impunidad, ya hay tres detenidos y habrá más”, expresó al respaldar el movimiento estudiantil y reiterar que la propuesta de los universitarios serán tomadas en cuenta para las acciones posteriores de su gobierno.

“No necesito contarlos, son muchos, son miles, yo formé parte de marchas, así que no me están enseñando a mostrarme la calle, sé lo que ustedes representan: el futuro de México”, dijo el mandatario estatal en medio de los gritos de los alumnos que aludían su marcha no es de cinco ni diez.

Barbosa Huerta caminó dentro del perímetro acordonado y apuntó que dialogará con la comisión designada para tomar decisiones conjuntamente.

“Es tema de gobierno y es tema de sociedad. Es tema de todos. A nosotros nos toca toda la parte institucional. Pero ustedes necesitan más seguridad y se las vamos a brindar. Salgo a decírselos y estoy en espera de recibir a su comisión. Celebro esta presencia, no me molesta, lo celebro, bienvenidos”, manifestó.

Amigos y familiares de Francisco Javier Tirado Márquez, estudiante asesinado de la BUAP, se  apersonaron también en Casa Aguayo. Vestida de negro, su hermana, Cindy Lizbeth Tirado, pidió justicia.

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