A puerta cerrada, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, ofició la misa dominical, debido a la emergencia por coronavirus. Desde el altar mayor de la catedral, reflexionó que la enfermedad muestra la fragilidad humana y que la vida pasa pronto, pero es también una oportunidad para cambiar nuestro actual estilo de vida.
Enfundado en una túnica rosa símbolo de la Curesma y acompañado por apenas unos ocho voluntarios, dirigió un mensaje a la sociedad poblana en el sentido de que es urgente replantear el valor que posee la vida y la relación del ser humano con Dios.
“Estas dificultades que estamos viviendo que nos llevan a vivir mejor, a entender que la vida pasa pronto y que nos exigen ser mejores personas”, manifestó.
Para el prelado, el hombre de estos tiempos se mantiene en franca ruptura con Dios y con el mundo, al grado que se ha roto la armonía que existía en el universo y hoy enfrentamos dificultades que nos rebasan.
“Si bien es cierto que Dios creó todas las cosas en una gran armonía en el mundo, el hombre ha roto esa armonía, y peor aún, el hombre ha hecho una ruptura con el Señor”, consideró.
Por ello, instó a los católicos a la reconciliación consigo mismos y con Dios, más allá de buscar argumentos científicos y culpables por los tiempos que vivimos.
“La enfermedad más allá de todas las explicaciones científicas, es un espacio más que para juzgar, es un espacio para pedir el amor misericordioso de Dios. Que nos lleve a cambiar nuestro estilo de vida y replantearnos que la vida es sagrada, de que la vida pasa pronto”, remató.
Decreto para la absolución de fieles, ante Covid-19
Este fin de semana, el arzobispo de Puebla firmó el decreto a través del cual faculta a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Puebla para administrar la absolución general, durante el periodo de contingencia.
Con esta medida se evita el contacto físico en las confesiones, por lo que las personas que así lo deseen, podrían recibir, especialmente en las misas, la absolución de sus pecados de manera comunitaria.
El documento señala ciertas condiciones para aplicar la medida y advierte a los sacerdotes que es una disposición extraordinaria, para la cual deben tomar las medidas suficientes para proteger a la feligresía.
Puebla tiene un total de 297 parroquias, organizadas en 31 decanatos y seis zonas pastorales.
