La diputada federal del PAN, Marcela Torres Peimbert, propone reformar la Ley General de Salud para que el Estado Mexicano otorgue estímulos y reconocimientos a los médicos, enfermeras y personal de salud que han elegido trabajar por la sociedad y por su país en medio de la pandemia del COVID-19, a costa de su vida y la de sus familias.

La iniciativa destaca: Otorgar estímulos, reconocimientos y vacaciones extraordinarias para las instituciones y personas que participen, después del evento crítico; en el caso de residentes, su salario durante los eventos de pandemia no podrá ser inferior al salario de un médico general de la misma institución en la que laboren; el tiempo que dure la contingencia, en solidaridad con los trabajadores y en apego a las medidas dictadas por la autoridad responsable, no se harán movimientos de bajas de personal.

La legisladora señaló que la importancia de la propuesta radica en que los médicos de todos los centros de salud que sigan en activo, después de las medidas de contención del pasado 24 de marzo, estarán seriamente expuestos a contraer el virus COVID– 19.

Dependiendo de la institución y de la especialidad, añadió Torres Peimbert, cientos de médicos prestan sus servicios profesionales en jornadas que van de las ocho a las 36 horas y su sueldo oscila entre 8 mil y los 14 mil pesos mensuales, tal es el caso de los médicos residentes y otros pocos tienen mejor suerte, aunque sus horarios siempre sobrepasan el horario de trabajo.

La legisladora federal del Partido Acción Nacional propone, en el apartado de artículos transitorios, que:

El Consejo de Salubridad General establecerá la forma en que se compensará al personal.

Considera, además, que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hará los reajustes presupuestales para dar cumplimiento al presente Decreto.

“Esos mismos médicos, en las próximas semanas se enfrentarán a un hecho sin precedentes, sin horarios y sin garantías para ayudar a las personas contagiadas por coronavirus. Trabajarán incansablemente las 24 horas del día para salvar vidas con atención a quienes están enfermos de COVID-19 y por cualquier otra dolencia”, subrayó.

En 2018, en México había 2.4 médicos por cada mil habitantes cuando en promedio, en los países de la OCDE la cantidad de médicos es de 3.4, lo cual quiere decir que nuestros doctores, en general, trabajan más que cualquier otro médico de esa organización.

“Ante la situación que se está viviendo en México, el personal de salud trabajará mucho más de lo que ya trabajan. Incluso, hoy, antes de que llegue al punto más álgido de la pandemia, nuestros médicos, enfermeras y personal de salud son héroes con batas”, finalizó.

 

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