Después de más de seis décadas en el Barrio del Artista no se celebró la tradicional Quema de Judas este Sábado de Gloria. A diferencia de años anteriores de lucir una plaza abarrotada de cientos de curiosos viendo “arder” a diversas figuras del ámbito político, cultural, artístico y social, este año estuvo totalmente vacía a raíz de la pandemia de coronavirus.

Este acto simboliza el triunfo del bien sobre el mal, el dar un castigo a Judas Iscariote que traicionó a Jesús y lo entregó a la crucifixión. De acuerdo con algunos historiadores se relaciona con “Las Fallas de Valencia”, una costumbre de origen turco que se fomentó en la Península Ibérica y llegó a tierras mexicanas luego de la conquista española.

Originalmente la figura era hecha de cartón y con forma de un diablo que hacía alusión al discípulo de Jesús que según los evangelios canónicos por 30 monedas de plata entregó al hijo de Dios a los miembros del Sanedrín. Al paso de los años en México esa figura se ha transformado para representar a figuras públicas que son quemadas ante el descontento social por sus actos.

En el Barrio del Artista una comisión de artesanos año con año manda a elaborar a sus “Judas” con semanas de anticipación a la Semana Santa, a base de carrizo, papel de China y un sistema de cohetería, y sobre ellos se escriben los nombres de las personalidades hacía quienes va el reclamo.

En 2019 entre los muñecos se leyeron nombres como el Andrés López, Luis Miguel Barbosa, Claudia Rivera, Nicolás Maduro y hasta Donald Trump. Pero este año el Covid-19 impidió esta algarabía de Sábado Santo que en Puebla se realiza desde hace alrededor de 60 años.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here