En Puebla no se tiene previsto sepultar los fallecidos por covid-19 en un predio u cementerio específico. Hasta hoy los cuerpos han sido entregados a sus familiares a quienes se les ha pedido cumplir con un funeral breve y sin aglomeraciones.
Aunque el gobierno estatal ha exigido a los encargados de los panteones cuidar el protocolo de sana distancia y el manejo de los cuerpos con el uso de bolsas especiales.
El gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, dijo que el hecho de permitir que los fallecidos por coronavirus sean enterrados en cualquier camposanto, implica que no se incurra en actos discriminatorios.
“Las familias son libres de decidir cómo serán tratados los restos de sus parientes, si serán cremados o no. Para el gobierno del estado el que las personas hayan perdido la vida por covid-19 no es sinónimo de que estos cuerpos tengan que ser excluidos de un entierro normal”, manifestó.
Al inicio de la pandemia, el subdirector de Vigilancia Epidemiológica, José Fernando Huerta Romano, explicó que el funeral de un fallecido por covid-19 no debe durar más de 12 horas, los deudos no pueden tocar el cuerpo y tampoco debe darse una concentración de personas.
Huerta Romano recalcó la necesidad de seguir el protocolo para evitar más contagios, ya que el covid-19 solo se transmite si se hace contacto con las vías respiratorias, ojos o boca.
