“Los estragos que ha dejado la pandemia en Puebla son devastadores, no sólo por la pérdida irreparable de los seres humanos, sino también por el dolor que ha dejado en los enfermos, así como en sus familiares que no los pueden acompañar en los hospitales, dejo un personal sanitario desgastado y que  está poniendo en peligro su vida por atender a los demás, habrá aumento de la pobreza, desempleo  y incertidumbre por el futuro”, así lo afirmó el Arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa.

Aunado a lo anterior durante su mensaje en misa dominical en Catedral a  puerta cerrada, dijo que ante la difícil situación de salud y económica que están viviendo las personas, por ello se han coordinado cuatro Diócesis entre las que destaca Tehuacán, Huajuapan de León, Tlaxcala y Puebla para orar del 5 al 12 de julio, cada una de estas con sus representantes  quienes se encomendarán a la Virgen de Ocotlán para que  interceda  ante Jesús  y le de la salud a los enfermos y se frene la pandemia ya no haya contagios.

Monseñor  convocó a la población católica en Puebla a sumarse a los rezos en familia para que la Madre Ocotlán ponga fin a la pandemia, pues recordó que la Virgen en  el año de 1541 libro al pueblo de una fuerte pandemia  que afligía a la región.

Por lo anterior la Iglesia Católica realizará este Octavario a Nuestra Señora de Ocotlán, quién apoyara a las personas en esta tormenta fuerte en donde la gente se ha dado cuenta que están frágiles  y desorientados.

“Mi corazón siempre apoyara a los desvalidos porque sufren, tienen mucho dolor y desdicha “, precisó.

Sánchez Espinosa  pidió a la Virgen de Ocotlán ver a la población con  ojos misericordiosos para que ya termine esta pandemia que ha hecho mucho mal a la gente.

En este mismo sentido, el representante de la Grey Católica en Puebla afirmó que llegará   un rey de paz que salvará  con toda  humildad a la población y ese será Jesús Nuestro Dios, hombre bueno y  sencillo.

 

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