Tras casi cuatro meses de mantener sus puertas cerradas, las iglesias en Puebla se preparan para su reapertura, con protocolos de acuerdo a las indicaciones dictadas por la Secretaria de Salud y el Gobierno Estatal, informó Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla.
A través de un mensaje difundido en redes sociales, el Arzobispo se dirigió a todos los agentes de pastoral, sacerdotes, religiosas y fieles laicos de Cristo Jesús, para que con firme esperanza se preparen a la reanudación de su acción pastoral con asistencia de fieles.
“Agradezco el comportamiento responsable que han mantenido durante la problemática de salud que estamos viviendo, así como la creatividad que han mostrado para mantener la cercanía y el servicio a nuestras comunidades en medio de esta contingencia”, dijo, recordando que las iglesias se cerraron desde el 23 de marzo tras declararse la pandemia por coronavirus.
Monseñor Sánchez Espinosa invitó al clero a empezar a motivar, comunicar y facilitar a sus comunidades con la información necesaria para volver a sus actividades, con indicaciones generales y particulares que hará llegar a través de las diferentes comisiones que existen, mientras se da a conocer la fecha precisa de apertura de iglesias por las autoridades eclesiásticas.
Entre los puntos a tomar en cuenta está procurar la reanudación de actividades presenciales de manera prudente, gradual y ordenada; exhortar a los fieles a mantener las medidas que las autoridades sanitarias piden, como el uso de cubrebocas, gel antibacterial y sana distancia.
Se deberán definir indicaciones y procedimientos para actividades en cada espacio pastoral, así como considerar los espacios al aire libre de los cuales disponen las parroquias, por ejemplo capillas abiertas y atrios. Y mientras dure la contingencia sanitaria, queda suspendida toda actividad que aglomere personas, como peregrinaciones dentro y fuera de las iglesias.
El Arzobispo también recomendó a la población vulnerable (adultos mayores, embarazadas, niños, enfermos crónico degenerativos, etcétera) a seguir por un tiempo más las celebraciones eucarísticas por medios digitales, televisión o radio y a los presbíteros en la misma situación, a tampoco arriesgarse.
“Mantengamos viva nuestra fe, queridos hermanos, nuestra esperanza en medio de los tiempos difíciles que estamos viviendo. Impulsados en la fe en Jesucristo, hagamos resonar sus palabras: yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. Le pido a Dios que los bendiga a todos”, concluyó.
