En casi cualquier ámbito y ante una situación que se sale de tu control, nada mejor que tener a quien poder culpar. ¡Y cómo no! Eso te salva de un buen regaño o tal vez de la pérdida de tu trabajo.
Sí, eso dicen los ineficientes, los mediocres, los que buscan en la justificación, consuelo a su falta de capacidad para dar resultados; esos, solos se excluyen y les cuesta mucho superar esa medianía y tibieza para dar respuesta a las expectativas bajo las cuáles fueron contratados. ¿Qué harías tú, si fueras el dueño de una empresa o negocio y tuvieras un colaborador así, que solo consume, promete y no cumple?
Cualquiera que tenga la mínima idea de lo que es su negocio, lo cambiaría rápidamente por alguien que dé resultados y no excusas. Bajo estas premisas, ¿qué pasa con el sub-secretario de salud del gobierno de México? ¿Es víctima o victimario?
Sus justificaciones: primero, que el número de contagios y fallecimientos son a causa de la obesidad, hipertensión y más; después, que el semáforo no funcionó inicialmente por culpa de los estados que no entregan la información en tiempo y forma. Más adelante, la culpa la tienen los gobernadores. ¡No hay manera!
Uno de los López y me refiero a López-Gatell, en los últimos días encontró otra forma de justificar su desastrosa manera de atender la pandemia por #Covid-19. Con la lámpara de Diógenes ahora encontró nuevos culpables: Bimbo y Coca-Cola, las dos grandes transnacionales a las que ahora están endosando los graves problemas de salud pública en el país por afectaciones relacionadas con la obesidad, diabetes e hipertensión. En menudo lío se metió.
Cabe decir, que la Asociación Nacional de Refrescos y Aguas Carbonatadas, condenó fuertemente las declaraciones del subsecretario de Salud por llamarlas “veneno embotellado”.
Lo alarmante es que este fin de semana rebasamos los 43 mil fallecimientos por esta pandemia y por qué no, es buen momento para seguir evadiendo responsabilidades.
Fue durante la gira de López Obrador por el estado de Oaxaca, que, en conferencia de prensa, el mandatario indicó que el SARS-CoV-2 ha cobrado la vida de muchos mexicanos porque padecían enfermedades crónicas y dijo: “tenemos un pueblo enfermo de padecimientos crónicos como la hipertensión, como la diabetes, la obesidad”.
“En México, ayudó que no nos pegó desde el principio esta pandemia y nos dio tiempo de preparar nuestra infraestructura hospitalaria para que nadie se quedara sin atención, pero sí nos pegó más que en otros países, un tema que tiene que ser motivo de análisis, de reflexión”.
A todo este drama, acompañado de dolor, angustia y desesperación, que sigue dejando familias rotas y que, sabemos por los expertos, pudo evitarse con un manejo adecuado de mitigación y contención, le encuentro solo un motivo o explicación: a López- Gatell le ganó la soberbia, el protagonismo, sus ansias políticas de presente y futuro; sucumbió al canto de la sirena dejando de lado su ética profesional. ¿Lo veremos en unos meses en la boleta electoral?
Lo cierto es que no sé bien si esto puede mitigar un poco el dolor y el coraje que causan, pero, los dos López tienen ya un estigma que les perseguirá por siempre: los más de 43 mil fallecidos (hasta ahora) y su negativa a usar cubre boca. Hay deudas que no se pagan ni dejando la vida en ello.
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¡Espléndida semana!
Vicky Fuentes
