En la presentación del documento de políticas sobre la educación y el Covid-19,  Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, emitió una advertencia importante: “Nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas” sostuvo que este momento es definitivo para los niños, niñas  y jóvenes del mundo; el cierre de escuelas debido a la emergencia sanitaria ha afectado a cerca de 1,600 millones de estudiantes de todas las edades y en todos los países, con repercusiones inmediatas y de largo plazo. La Secretaría de Educación de México indicó que en nivel básico la deserción en el ciclo escolar 2019-2020 llegó al 10% de la matrícula.

Esto significa dos millones 525 mil 330 alumnos de preescolar, primaria y secundaria. En el nivel superior la deserción se calcula en 8%, traducido a 305 mil 89 estudiantes universitarios.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también estimó que en el ciclo que inicia 800 mil estudiantes ya no se inscribirían a preparatoria; 593 mil abandonarían sus estudios universitarios y 38 mil 567 los de posgrado, para un total de un millón 431 mil 567 alumnos; los factores a considerar son múltiples entre ellos afectaciones económicas en la familia por desempleo, las posibilidades de acceso a las clases en línea o por televisión cuando en México aún existen cerca de medio millón de  viviendas sin electricidad en comunidades indígenas y rurales; de acuerdo con el último Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (Cemabe) más de 42 mil aulas de planteles públicos de nivel básico no cuentan con energía eléctrica.

Un ejercicio muy oportuno es el que llevan a cabo Instituciones de educación superior en Puebla al insertar una encuesta en sus procesos de inscripción para explorar el porcentaje de alumnos con conectividad ante el inicio de clases vía virtual, los números obtenidos hasta ahora nos reflejan la realidad en este sentido: El  31 % no tiene internet en casa, los alumnos son cuestionados sobre la forma en que lo resolverán y aportan respuestas, desde ir con un familiar, rentar un equipo en un negocio de internet, contratar el servicio o usar sus datos celulares.

Del porcentaje que sí manifiesta tener conectividad (69%) más de la mitad lo hará desde su celular, 32% cuenta con una Lap top y 14% con equipo de escritorio. Podemos imaginar lo que implica tomar una clase de contabilidad por celular, ni pensar en cómo será una de ingeniería. Estamos ante varios escenarios catastróficos; las generaciones futuras están en grave riesgo de retroceso en su recorrido con la enseñanza.

Demos soporte a las mujeres solteras con hijos de nuestras familias, a los padres y madres que no tienen guarderías a donde llevarlos mientras trabajan, a los abuelos que no logran cerrar la brecha en el uso de las TIC’s.

Además de un planeta sano necesitamos humanos racionales y compasivos, eso se logra con la educación; que hoy amerita la suma de todos para evitar que esta generación tenga una huella profunda de desarticulación del aprendizaje.

Humanos racionales y compasivos, eso se logra con la educación. Reflexionemos.

@AbigailBaezMadrigal

 

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