Ante el hartazgo de los ciudadanos, de sus comerciantes, de los empresarios y del grueso de la población que habita Atlixco, uno de los municipios más importante en Puebla por su población y por su atractivo turístico, el PAN podría perder el ayuntamiento en la próxima elección.

Y está a punto de entregarlo en bandeja de plata a Morena.

Las razones son diversas, pero hay una en la que coincide la mayoría de los habitantes del municipio mejor conocido por su clima y por llamarse, también, “Atlixco de las Flores”.

Así es, y es que todo mundo se queja por la inseguridad, por la crisis económica, por la pandemia, pero sobre todo por la opacidad, por la ingobernabilidad y por la falta de autoridad que existe en el lugar.

Responsabilidad directa del presidente municipal, Guillermo Velázquez Gutiérrez, quien no ata ni desata en beneficio de los ciudadanos, y quien está más preocupado en cuidar su patrimonio y su salud que por el bienestar de sus gobernados.

Que lejos quedó Guillermo Velázquez de aquel candidato panista que aspiraba a ser edil de Atlixco, dirigente estatal del PAN y hasta candidato al gobierno del estado.

Que pena por él, porque con ese triste y penoso resultado como autoridad no le alcanza ni para ser el nuevo presidente de su colonia.

Y lo peor, que problema con su partido, el PAN, porque lo va a empinar en 2021.

Porque la reelección para el mentado Memo Velázquez ya es un tema que no está ni en su agenda.

Bien lo dicen la información y las notas generadas en los distintos medios de comunicación: “Atlixco pasó de ser el municipio con el mejor clima del mundo, a ser uno de los lugares más peligrosos del estado”.

Tan sólo basta con abrir las páginas de cualquier diario para darse cuenta que Atlixco está considerado por las autoridades estatales como un foco rojo en el que se registran todos los días asesinatos, robos, levantones, secuestros y toda clase de delincuencia.

Uno de los asesinatos más brutales y sangrientos perpetrados en aquella región poblana, el cual ya rebasó todos los niveles de preocupación o alarma, fue el del padre e hijo, campesinos, quienes desaparecieron cuando iban camino a su parcela y fueron encontrados días después asesinados.

Y la autoridad, y Memo Velázquez, y todos sus compinches que tiene como funcionarios en su disque gabinete, bien gracias.

El caso de Manuel y Gamaliel, los campesinos asesinados, se dio la mañana del pasado 7 de agosto, cuando fueron hallados por vecinos en la zona conocida como Camino Real a Huaquechula, en la colonia San Juan Castillotla.

Padre e hijo fueron vistos por última vez el lunes 3 de agosto, cuando salieron a trabajar al campo. Las investigaciones señalan que se trató de un robo, ya que no fueron localizados el tractor y la motocicleta en la que salieron a sus actividades.

Empero, a principios de año, el 14 de enero pasado, la gente tuvo que hacerse justicia por su propia mano al sorprender a presuntos delincuentes, a quienes golpearon y lincharon.

Pobladores de la junta auxiliar de Santa Ana Coatepec señalaron a tres hombres por el asalto a un negocio, por lo que impidieron su huida y los golpearon con todo lo que pudieron.

Si bien los asaltantes fueron entregados a las autoridades, una de ellas, quien iba muy grave por la golpiza, murió.

Un caso más fue el que se dio el pasado 17 de febrero, cuando campesinos encontraron dos cadáveres en la carretera que va de San Juan Tianguismanalco a San Miguel Tecuanipa. Los cuerpos quedaron como desconocidos, pero presentaban signos de tortura, y fueron amarrados y amordazados con cinta industrial de color gris.

El pasado 27 de mayo, durante un ataque armado, dos hombres perdieron la vida; uno en calles de la colonia Valle del Sur y otro camino al hospital, luego de que dos tipos, a bordo de una cuatrimoto, les dispararon y huyeron sin dejar rastro.

Las víctimas se encontraban dentro de un negocio de reciclaje de papel periódico y plástico, uno era el encargado del lugar y el otro un prestamista. Los hechos, hasta la fecha, no se han esclarecido.

En esa misma colonia, considerada desde años atrás como una de las más violentas por los mismos vecinos, el 6 de agosto pasado fue localizado -dentro de su vivienda- el cuerpo de una mujer sin vida.

Hasta el momento el aparente feminicidio sigue impune.

Y muchas historias más como estas se dan todos los días en Atlixco, donde sus habitantes están hartos del clima de inseguridad que azota la región, pero sobre todo de la nula respuesta por parte de las autoridades policíacas y del gobierno de Guillermo Velázquez.

¿Hasta cuándo terminará la ola de inseguridad en Atlixco, señor presidente?

¿Cuántos muertos más se tienen que registrar para que logre llegar la paz a uno de los 9 pueblos mágicos que posee el estado?

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

 

 

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