La radio no habrá de morir, pero si tendrá que vivir procesos de evolución desde lo tecnológico hasta en sus contenidos, pues la competencia que tienen en plataformas digitales avanza de forma rápida y no parece ser una opción el mantenerse estáticos y esperando que los públicos y patrocinadores dejen de utilizar el medio que en México vio su nacimiento en 1921 con la emisión por las celebraciones de los cien años de la Independencia nacional, tras la firma del Tratado de Córdoba. La radio habría de crecer de manera exponencial en los siguientes dos años debido a que grandes corporaciones estadounidenses estaban estableciendo estaciones de radio y agencias de ventas de aparatos receptores por toda Latinoamérica. Para 1922 se exportaban aparatos de radio a México con el argumento de que los compradores podrían escuchar conciertos originados en los Estados Unidos.

Entre los años 30 y 50 del siglo pasado, las estaciones de radio crecían en nuestro país con una regulación que estableció en 1931 el gobierno de México y que otorgaba concesiones (entonces llamadas licencias), por 50 años; todas operando bajo el sistema de Amplitud Modulada (AM) que ofrecía gran cobertura por su espectro tecnológico de ancho de banda. Lejos se veía que esta tecnología pudiera desaparecer, sin embargo casi 100 años después, las frecuencias de amplio espectro terrestre, pero poca calidad y definición auditiva, tendrán que desaparecer para dar paso a la radio digital y a las nuevas tecnologías, mientras que la radio en Frecuencia Modulada (FM), deberá soportar un proceso de digitalización.

¿Cuántos “radios” tiene en casa? ¿En la oficina o la empresa?

Probablemente solo haya un solo aparato receptor de ondas hertzianas para uso común, es decir que en éste, alguien elige una estación y todos quienes estén alrededor escucharán (en el mejor de los casos) lo que se transmita por el equipo de sonido que recibe una señal aún análoga, a pesar de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), determinó desde el año 2018 que México debería someterse a una fase de digitalización que le permitiera a los usuarios, mejores experiencias, más calidad en las señales y obligara a los empresarios de las mil 841 estaciones de radio en el país, a iniciar de forma “voluntaria” los cambios de sus transmisores análogos a digitales.

Un estudio publicado por el IFT en octubre del 2019, señala que para los radiodifusores, el instituto y la sociedad en general, existen factores de interés en la implementación de la Radio Digital Terrestre (RDT), sin embargo, existen también retos importantes a considerar, pues su implementación es un proceso complejo, con implicaciones técnicas, económicas y sociales que van más allá de solo una migración técnica, de tal forma que a pesar de ser un plan del gobierno de la República en el sexenio pasado, éste no ha tenido ninguna consecuencia que se note en lo que a diario escuchamos en la radio nacional o que haya beneficiado (al menos en el mediano plazo) a los radiodifusores, quienes para la compra de equipos digitales, han tenido que invertir varios cientos de miles de pesos por cada estación.

Las implicaciones sociales a las que hace referencia el estudio del IFT, son de carácter económico para la adquisición de equipos con sintonizador digital. Las tiendas departamentales y las tiendas especializadas ofrecen una amplia gama de sistemas de reproducción de audio, desde radio despertadores hasta sistemas de audio modular de alta potencia, sin embargo la investigación no señala alguna tienda que ofreciera receptores para RDT, no obstante, existen plataformas de venta en línea en las que existen opciones para adquirir receptores de RDT, pero deben importarse, lo que implica costos de envío y posibles cargos aduanales, llevando al comprador a desembolsar entre  mil 700 y hasta 8 mil 500 pesos por un receptor mediano, situación que de entrada deja en indefensión a los radiodifusores de abrir sus señales digitales, pues de hacerlo perderían audiencia y anunciantes.

Las autoridades en telecomunicaciones plantean que para el 2028 se habrá concluido con el proceso de radio Digital Terrestre, es decir que para entonces se piensa que el 100 % de los escuchas en nuestro país, tendrá un receptor digital, desapareciendo entonces todas las estaciones de radio en Amplitud Modulada aún funcionando y que en conjunto mantienen la atención de un 43 % de los escuchas, pues se encuentran en zonas rurales y ahí están aún acostumbrados a escuchar esta señal. Son personas que además tienen entre 64 y 82 años de edad.

Dicen que “para que algo nuevo nazca, algo viejo debe morir”, así que poco a poco dejaremos de escuchar señales de AM y se estará dando paso a una nueva era digital en la radio abierta, misma que sin duda ya tiene grandes competidores en la Internet y que mientras no sean reguladas por las autoridades, tendrán la oportunidad de acaparar a escuchas cautivos que buscan opciones musicales, de información y entretenimiento muy diferentes a los que escuchan diariamente en esos aparatos que incluso ya son hasta estorbosos. Los radiodifusores con sus productores, programadores, vendedores, locutores y personal en las estaciones de radio, tendrán que aplicarse en lo que sin duda será una batalla de voluntades y por qué no decirlo, del surgimiento de nuevas vocaciones y apasionados de la nueva radio.

Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted, ¡muy buen día!

Facebook: Omar Espinosa Herrera

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