El riesgo de perder la elección que corren los panistas poblanos, si es que siguen divididos de cara a los comicios intermedios del 2021, es el mismo trance por el que atraviesa Morena, tanto a nivel local como nacional.
Así es, cualquiera, tanto el PAN como Morena, puede caer ante sus adversarios por no estar unidos.
Si los pleitos de sus líderes y militantes continúan como hasta hoy, las próximas elecciones van a ser una carnicería y va a ganar el partido que más organizado, unido y que más pactos haya logrado con sus simpatizantes y con otros partidos.
No es posible que a tan sólo escasos 8-9 meses de que se lleva a cabo la elección para definir distintos cargos de elección popular (3 mil 528 representantes populares y 21 mil 368 funcionarios), entre gubernaturas, presidencias municipales, senadurías y diputaciones locales y federales, estos partidos no logren acuerdos.
Por algo Morena, de acuerdo al análisis realizado por el periodista Álvaro Delgado, es el partido más rijoso de la historia política de México, con apenas 6 años de fundado por el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Prueba de ello son las 2 mil 250 impugnaciones, interpuesta ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena, tramitadas por sus militantes, inconformes con el proceso de renovación de su dirigencia nacional.
Morena, evidentemente es un caos, y como lo plantea el periodista “es un partido gobernado, en los hechos, por Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf)”.
Y Puebla no es la excepción, desde luego.
En la entidad el pleito político que mantienen el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta con la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, por ejemplo, es muestra de la descomposición de Morena.
Y así critican al PAN.
La guerra que se libra entre ambas autoridades, surgidas de las filas de Morena, parece interminable y sin posibilidad alguna de conciliación y acuerdos.
Uno siempre le revira al otro, y viceversa.
De nada sirve que el presidente AMLO visite Puebla si tanto el gobernador como la presidenta ni siquiera se saludan.
Qué guerra interna partidista será más peligrosa para sus aspiraciones electorales, de cara al 2021: ¿la del PAN o la de Morena?
Porque al PAN se le critica de todo, pero particularmente de estar dividido entre la dirigencia estatal y municipal que encabezan Genoveva Huerta Villegas y Jesús Zaldivar Benavides, respectivamente.
Si, por supuesto, hay una ruptura que igual tampoco se ve para cuándo pueda solucionarse porque uno de los dos está encargado precisamente de reventar la organización en su partido; sin embargo, en Morena sucede lo mismo y hasta sucede algo peor.
En Morena en Puebla los puros y los barbosistas también están peleados y agarrados del chongo, no logran acuerdos y prueba de ello es que le apostaron cada quien a un gallo diferente con respecto a la designación del nuevo dirigente nacional.
Los barbosistas le apostaron a Mario Delgado Carrillo, coordinador de la bancada morenista en la cámara de diputados; mientras que los puros se dividieron y se la jugaron con Porfirio Muñoz Ledo y hasta con Yeidckol Polevnsky Gurwitz, ex aliada del barbosismo.
Así que una vez obtenido el resultado de la encuesta que definiría al nuevo líder de Morena, y tras el empate técnico entre Mario y Porfirio, las cosas se polarizaron y desmejoraron aún más en el partido que gobierna el país.
Los morenos van a llegar a la próxima elección debilitados y divididos si es que no logran un acuerdo que termine con sus guerras intestinas.
Ayer el mismo Porfirio Muñoz les recomendó a los militantes y líderes de Morena en el estado terminar con sus pugnas, con los pleitos con el Ayuntamiento y la BUAP, con sus filias y fobias, y poder concretar la unidad del partido.
Un planteamiento apegado a la razón y a la lógica que ya veremos si permea o no entre los morenistas poblanos.
Por lo pronto hoy se llevará a cabo el segundo informe de labores de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien ha sido criticada fuertemente por el gobernador Barbosa.
Hoy se verá si en Morena en Puebla, y en sus dos niveles de gobierno encabezados por dos de sus líderes y militantes, sigue existiendo la idea de promover la guerra, la razón y la cordura.
Ya veremos y diremos.
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