Pensar en la reactivación del turismo nos obliga a todos: ciudadanos, empresarios, medios de comunicación, gobiernos y más, a pensar fuera de la caja y optar por estrategias que se puedan implementar fácilmente y que ofrezcan además la posibilidad de medir los resultados en corto tiempo. Estamos en crisis y las crisis son oportunidades, esta época de incertidumbre definirá qué destinos confirmarán su liderazgo y cuáles necesitarán reinventarse sin morir en el intento. Deberán comunicar de manera transparente y clara qué tienen para dar, cómo se han preparado para recibirlos y cómo han implementado los protocolos de higiene por Covid-19; quien mejor sepa comunicar que están cumpliendo con lo necesario y un poco más para cuidar la salud de los turistas y clientes, ganará mucho más que dinero. Lo cierto es que la recuperación de los destinos dependerá de muchos factores. El levantamiento de restricciones de movimiento, el incremento de la actividad aérea y la percepción de los turistas sobre diferentes destinos. Según la firma Deloitte, la recuperación del sector turístico será gradual y no alcanzará una situación de normalidad hasta entrado el 2021. Se tiene claro que la recuperación del turismo será en dos fases. Primero el turismo nacional de cercanía (donde no hay que usar medios de transporte masivo) y más tarde el internacional. Hay mucha gente que tendrá miedo a meterse en un avión 10 horas para viajar a un destino lejano y exótico. La gente quiere empezar a salir, cuidándose mucho, pero empezar a salir; ver otro paisaje, otras caras, respirar otros aromas y hasta emocionarse con cosas que antes pasaban desapercibidas como, por ejemplo, ver un paisaje al amanecer mientras circulas en carretera o un atardecer con un cielo brillante en un clima ideal. ¿Se te antoja?
Puebla se ha caracterizado por tener una gastronomía espectacular, buenos restaurantes que además de tener una carta muy apetecible, te dan un servicio que te hace regresar pronto y recomendar el lugar, ¡esa es la mejor publicidad! El impacto de una recomendación de boca en boca no tiene precio. Por cierto, este fin de semana recibí a algunos amigos de la ciudad de México. Querían visitar el zócalo de San Pedro Cholula, el clima fue ideal, con los debidos cuidados y protección, caminamos algunas de sus calles hasta llegar al restaurante La Enamorada, hacía muchos años que no íbamos y nos entusiasmó mucho la idea de sentarnos a tomar algo ahí. Eran las 12 del medio día con 45 minutos, las mesas estaban puestas y los meseros se preparaban para iniciar la jornada. Cabe decir que el horario es a partir de la una de la tarde, sin embargo, tímidamente preguntamos si podíamos sentarnos mientras esperábamos que diera la hora, increíble pero la respuesta fue NO. Que estaban organizándose y que se iban a tardar al menos unos 40 minutos para poder atendernos. Como bromeando insistió una de las personas que nos acompañaba y jamás imaginamos que hasta regañados saldríamos, con malos modos y total falta de interés por atender a su primera mesa. El dueño contemplaba la escena a tan solo unos metros. Se quedó callado y se dio la media vuelta. ¡No lo podíamos creer! ¿Es así como pretenden recuperar y ganar más clientes? No tuvimos más remedio que seguir caminando hasta otro restaurante que se llama La Palmera, ¡la sorpresa fue muy grata! Todo lo contrario, a la pésima experiencia de La Enamorada, el mesero de nombre Javier, literal se desvivió por atendernos, rápido, organizado y con una sonrisa y actitud envidiable. ¡Qué diferencia! Ellos sí tienen claro qué necesitan hacer para recuperar e incrementar a sus clientes. ¡Bien por ellos!
La reactivación turística para Puebla está siendo lenta, vamos un paso atrás que estados como el de Morelos, que ha logrado darle la vuelta a los números de ocupación hotelera en promedio. ¿Qué tiene el estado de Morelos que no tenemos en Puebla? Y eso que su gobernador es de los peores evaluados a nivel nacional y no hay cercanía y confianza con el sector empresarial. Tal vez la respuesta sea como han controlado su ecosistema turístico y han podido implementar estrategias de marketing innovadoras, poniendo al centro al turista buscando su satisfacción al 100% ¿Y Puebla? Aquí hay esfuerzos importantes de la iniciativa privada que deberán consolidarse con o sin el apoyo del gobierno del estado y sus municipios. Este último trimestre del año será como un examen profesional post pandemia. ¿Aprendimos a ser más eficientes con el gasto? ¿Aprendimos a identificar claramente las oportunidades? ¿Logramos desechar de nuestro negocio aquello que solo consume y no genera? ¿Entendimos que sin clientes no somos nada?
Basta la mala actitud de un colaborador para estropear toda una estrategia, pero también basta UNA SONRISA para hacer la más cálida experiencia a nuestros clientes.
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