Muy prudente, sereno y tranquilo se mostró ayer Eric Cotoñeto Carmona, el operador de cabecera y amigo del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta tras el violento asalto que sufrió el personal que labora en su oficina ayer por la tarde.

Un robo, por cierto, muy extraño.

Algo inusitado que no parece tampoco una casualidad.

Particularmente, porque los delincuentes exigieron que les fuese entregado el dinero, las joyas y todo lo que supuestamente allí se resguardaba.

Cosa curiosa, en las oficinas de Eric no hay ni dinero en efectivo, ni joyas, ni mucho menos artículos onerosos porque simple y sencillamente el lugar opera como cualquier espacio de trabajo común y corriente.

Una oficina en la que se realizan tramites, papeleo, gestión en beneficio de los poblanos y acciones para tratar de ayudar a la ciudadanía que habita los 217 municipios, y que requiere servicios de todo tipo.

Ni más, ni menos.

Al parecer, a quienes perpetraron el asalto los informaron mal.

Porque al menos eso fue lo que pretendieron mostrar, que se trataba de un atraco de verdad, algo común.

Aunque, al parecer, de plano se equivocaron de cliente porque si alguien conoce a Eric Cotoñeto sabe que es el tipo más sencillo y accesible de la 4T, quien no amasa, oculta o adquiere artículos de lujo.

Por ello, lo único que encontraron en las oficinas que atacaron fueron personas contestando el teléfono, personal realizando la limpieza, papelería, computadoras, una televisión, mobiliario de oficina, tres perros medianos y un vehículo que sí se llevaron.

En el lugar no hay ni siquiera caja fuerte.

Afortunadamente, a pesar de los gritos, amenazas, golpes a los trabajadores y ataques de los sujetos que se introdujeron en las oficinas de Eric la cosa no paso a mayores.

Sólo se pudieron llevar las cosas personales de los colaboradores y un vehículo que pertenecía a uno de ellos.

Y como siempre lo ha dicho el mismo Eric Cotoñeto, en sus más de 20 años de trabajo político, “lo único que me he dedicado a hacer en esta vida son amistades, alianzas y grupos de apoyo para beneficio de los poblanos”.

Tal vez por ello descartó, durante su declaración ante las autoridades, quienes ya tomaron el caso para abrir la carpeta de investigación correspondiente, que no considera tener ni siquiera enemigos políticos como para atribuir el robo en sus oficinas como un mensaje de alguien.

La sede desde donde despacha uno de los amigos más cercanos del mandatario estatal todo mundo la conoce, por lo que cualquiera pudiera tener acceso a ella, así que por lo pronto no hay ni tampoco sospechosos.

Lo grave del asunto, más allá de lo que se hayan llevado los ladrones o no, es que la inseguridad ya no respeta a nadie, mucho menos a quienes pudieran tener alguna relación con el gobernador Barbosa, o quienes se dedican a la gestión social.

Y aunque todo mundo hubiese creído que por ser Eric Cotoñeto el agraviado se realizará un gran operativo de búsqueda para dar con los responsables, o una campaña mediática para culpar o salpicar mentadas de madre, no fue así.

El asalto a las oficinas de Cotoñeto tampoco lo atribuyen a ningún ajuste de cuentas, o a alguna revancha política, ni mucho menos a una venganza de personajes del pasado que pudieran haber orquestado el evento.

Al momento de los hechos Eric regresaba de una gira en el interior del estado, donde realizó acciones de gestión, así como trabajo político y de apoyo a los más pobres.

Gracias a Dios, insisto, en el lamentable evento no hubo ni heridos graves, ni tampoco muertos, sólo pérdidas materiales leves que son lo de menos.

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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