Hace algunas semanas la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se quejó de la misoginia que hay en gabinete de seguridad de la actual administración federal, declaración por sí sola es polémica. Lo que llama la atención es que el tema no quedó ahí, ella dio marcha atrás en el sentido de lo declarado, y justificó que sólo se trata de una percepción suya por la hipersensibilidad que tiene sobre los temas de relación estructural patriarcal. ¿Qué fue lo que provocó que se justificara de esta manera? ¿Acaso la regañaron? Mal, muy mal su intento de suavizar lo que a todas luces es una realidad. Ella es una mujer inteligente que seguramente nunca imaginó lo que ahí sucedería. El tema es por qué terminó por echarse la culpa de su aparente interpretación de misoginia, doblándose sometida. ¿A qué le tuvo miedo Doña Olga?

Es bien sabido que en la administración de López Obrador no se reconoce la violencia en contra de las mujeres y las descalifica, simplemente somos invisibles.  Recordemos que esto provocó, en marzo pasado, la serie de protestas de distintos grupos feministas, cuyo propósito fue visibilizar no sólo la violencia, sino también las pobres acciones para mitigar el alza en los feminicidios, que es ya un asunto grave en este país. Si esto es así, ¿Por qué entonces ahora se nombra a una mujer al frente de la seguridad de este país? Primero porque es su amiga, trabajó con él cuando fue jefe de gobierno de la ciudad de México, es de toda la confianza del presidente, por lo que si se confirma en las próximas horas, Rosa Icela Rodríguez será la primera mujer en ocuparse de la Secretaría de Seguridad Pública federal. Que sea mujer no debería ser tema ni motivo de discusión, sobre todo si ella contase con las competencias para asumir una de las carteras de mayor riesgo en estos momentos. Pero, ¿necesitamos en esa posición alguien de confianza o más bien a alguien que sea un experto en el tema?   Durazo no lo era y prácticamente no hizo nada, pero, de igual manera, goza de toda la confianza del presidente.

De llegar Rosa Icela Rodríguez al cargo, su nombramiento sería una contestación al mayor reclamo de las mujeres por el feminicidio ante los niveles récord respecto a los últimos gobiernos, por cierto, es la herencia que recibe de Alfonso Durazo.

Hay que destacar que los colectivos de mujeres reciben el mensaje con escepticismo y con el temor de que la misoginia, que denunció Sánchez Cordero del propio gobierno, la deje en desventaja y sólo tenga la cualidad de ser leal al presidente, y la disciplina de recibir órdenes y cumplirlas.

Hoy por hoy es un reto hacerle frente a los poderosos cárteles de la delincuencia como el narcotráfico, la trata de personas, el robo, la extorsión y el secuestro, y eso requiere no sólo de obediencia, sino también de capacidad negociadora para cumplir con el mayor pendiente del gobierno: la crisis de seguridad y la creciente violencia criminal. ¿Tú, qué opinas?

Espero tus comentarios en @NoticiasVIcky y FB  VickyFuentes/Oficial

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here