Una vez que empezaron formalmente los trabajos de la alianza PAN-PRI-PRD en Puebla, y que sus respectivos dirigentes estatales se dejaron ver juntos por primera vez en el estado, ahora habrá que observar y analizar a sus refuerzos en sociedad.
Porque al parecer la “atípica” alianza parcial que negociaron y pactaron sus comités ejecutivos, a fin de unirse para competirle a Morena y al barbosismo la elección entrante del 06 de junio, no estará sola.
Así es.
A esta gran alianza si que costará bajarla y doblegarla.
Y es que a la polémica coalición también se van a tener que sumar los enemigos del gobierno del estado, es decir, quienes tienen algún conflicto, disputa, guerra o pelea con el titular del ejecutivo, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Y entre esos refuerzos apunte usted a la organización Antorcha Campesina (AC), propiedad de Aquiles Córdova Moran; a la comunidad universitaria de la BUAP y su rector Alfonso Esparza Ortiz, si es que nadie logra que el barbosismo se reconcilie con la máxima casa de estudios del estado.
A este pacto también habría que sumar a lo que queda del morenovallismo, al Yunque, a la cúpula empresarial en Puebla, a organizaciones como “Sí por México”, liderada por Claudio X González, a sus agrupaciones, además de todos aquellos inconformes con las decisiones políticas tomadas en el estado.
Y la cereza del pastel del bloque opositor a Morena en Puebla, la pondría ni más ni menos que la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien parece haber ya pactado con muchas de estas organizaciones antes mencionadas.
De entrada, los Antorchistas poblanos están metidos de llenos en la promoción y apoyo de la edil capitalina, quien está convencida de poder lograr la nominación para reelegirse por un periodo más en Puebla.
Porque Claudia Rivera está trabajando con intensidad en las distintas colonias de Puebla, en las más grandes y más recónditas, así como en las distintas Juntas Auxiliares, barrios, unidades habitacionales y asentamientos en la capital.
El Ayuntamiento de Puebla está metido en la rehabilitación de espacios públicos como mercados, calles, alumbrado público, jardines y demás lugares que parecían abandonados.
Al parecer, y sin haberlo planeado y calculado, podría darse, previo a la elección del año entrante, algo así como el Todos Unidos Contra Morena (Tucom).
Algo, desde luego, que sería muy peligroso para las aspiraciones incluso del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien no podrá ir esta vez en la boleta electoral.
A Morena únicamente podría sumarse el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), instituto político que ha mostrado sumisión y genuflexión ante la 4T.
No es raro que los mirreyes del partido del tucán se dobleguen ante el partido en el poder, de hecho, es su costumbre y su estrategia para seguir haciendo negocios y viviendo del erario.
Y si a esto le sumamos que el Movimiento de Regeneración está fracturado y disputándose aún la dirigencia estatal, entre Mario Bracamonte González y Edgar Garmendia de los Santos, las cosas se ponen peor.
Eso sí, la alianza PAN-PRI-PRD ya se concretó, pero aún quedan muchos pendientes en su entorno, tales como la designación de su candidato al Ayuntamiento de Puebla al interior del PAN, así como la definición de algunos municipios y candidaturas a diputados locales y federales.
Ya será cosa de que Genoveva Huerta Villegas, líder del PAN poblano, ponga orden en el PAN; que Néstor Camarillo Medina muestre que no será un traidor priista, y que Carlos Martínez Amador, no va a simular por los perredistas y se va a poner a trabajar para reforzar la alianza.
Y finalmente, uno de los fenómenos y posibles obstáculos que enfrentarán, no sólo Morena sino el resto de los partidos y candidatos, es el Covid-19.
La pandemia obliga a que se realice una elección especial, si es que no llega antes la vacuna, porque la gente estará muy desconfiada en salir incluso de su propia casa a los mítines y demás eventos organizados por los partidos y sus aspirantes.
El bloque opositor y de oposición a Morena, entonces, no será tan fácil de vencer.
La 4T, Morena y el gobierno del estado va a tener que afinar su estrategia para poder contrarrestar la fuerza que suman en el Tucom.
A ver de qué cuero salen más correas
¡Que nervios, carajo!
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