*Por: Tania Haddad Chedraui

Con el paso de los años diversas organizaciones han emitido distintas recomendaciones para disminuir los niveles de diabetes en la sociedad, entre la que destaco la referente a dar prioridad a las medidas para prevenir el sobrepeso y la obesidad aplicando políticas y programas para fomentar el consumo de alimentos saludables y que desalienten el consumo de alimentos chatarra, como las bebidas azucaradas.

Derivado de lo anterior, se han realizado una gran cantidad de estudios que soportan la teoría de que la alimentación es el factor más importante para la prevención y, en su caso, tratar distintas enfermedades, entre las que destacan la diabetes y sus comorbilidades. Por lo que resulta necesario que se lleven a cabo programas que permitan educar a las personas sobre la importancia de la alimentación para la prevención y el control de las enfermedades.

Así, a través de estos programas se podría informar a las personas que la diabetes no se puede controlar únicamente a través de medicamentos, sino que la adopción de una dieta balanceada, equilibrada, suficiente y variada resulta indispensable para manejar de una mejor manera esta enfermedad, es por ello que es importante que se fomente la inclusión de frutas, verduras, fibra, ácidos grasos y una adecuada distribución de hidratos de carbono dentro de los planes de alimentación, ya que con el consumo de estos elementos se podrá controlar los niveles de glucosa en la sangre de los pacientes y con ello mejorar la calidad de vida del mismo.

Ahora bien, para la implementación de los planes de alimentación se deberá tomar en cuenta que los planes deberán ser individualizados en donde se consideren diversos factores propios de la persona, tales como su edad, actividad física, género, estado fisiológico, patologías presentes, entre otros. Por lo que dicho plan de alimentación será único y se basará en las necesidades del paciente, siendo que se considerarán sus características para estar en posibilidad de prevenir, o en su caso, controlar la enfermedad.

En este sentido, nuestra obligación como profesionales en el ámbito de la salud es orientar y educar a las personas a que estén bien informados sobre su enfermedad, ya que muchos creen que con el simple hecho de tomar medicinas o suministrarse insulina se van a curar, pero lo cierto es que la diabetes es una enfermedad crónica degenerativa sin cura y sí hay evidencia científica de que una buena alimentación en donde se incluyan todos los grupos de alimentación ha demostrado reducir el riesgo de enfermedades graves que ocasiona una diabetes mal controlada como enfermedades cardiovasculares, lesiones oculares, nefropatía, accidentes cerebrovasculares entre otras.

Se buscará eliminar ciertos mitos relacionados con la alimentación, como el que señala el peligro del uso de los hidratos de carbono, siendo que, al contrario, el consumo de estos resulta fundamental para llevar a cabo un control adecuado de la glucosa en la sangre. Al igual que el consumo de moringa o de cúrcuma para bajar los niveles de glucosa en sangre, o eliminar por completo el azúcar, sí es importante tener un buen control de alimentos ricos en azúcar ya que un exceso de estos sí provocará un aumento de la glucosa en sangre, pero no eliminarlos por completo, consumirlos de vez en cuando y en cantidades moderadas. Estos son mitos que no tienen sustento científico y por eso es importante estar bien informados del tema.

Asimismo, como mencioné anteriormente, la alimentación es de suma importancia para la prevención y control de la diabetes, donde el conocimiento de los elementos que pueden ser utilizados resulta fundamental, siendo que existen algunos que tienen un efecto positivo para contrarrestar dicha enfermedad, tales como los ácidos grasos como el aguacate, el aceite de oliva, los frutos secos, el salmón, las frutas, las verduras entre otros.

Por lo tanto, resulta de suma importancia educar a las personas sobre cómo la alimentación puede influir en la prevención y en el control de la diabetes, donde el control resulta de manera natural y se puede complementar, si es necesario con la medicación recomendada por los doctores especialistas en la materia, alcanzando el objetivo de controlar los niveles de glucosa en la sangre y otorgarle la posibilidad al paciente de llevar una vida normal y saludable.

Si bien, la alimentación es uno de los factores más importantes para prevenir o controlar la diabetes. Llevar una buena alimentación reducirá de manera considerada las posibilidades de sufrir las graves consecuencias que provoca dicha enfermedad. Es por ello que considero que se requiere de programas que permitan que la mayor cantidad de las personas tengan acceso a esta información y puedan acceder a los planes de alimentación que resulten adecuados conforme a su estilo y condiciones de vida y como consecuencia les permitan prevenir o controlar la enfermedad.

La autora es alumna de la Universidad Iberoamericana Puebla.

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