Es increíble lo que son capaces de hacer los políticos con tal de salirse con la suya; estoy convencido, con todo respeto por lo que digo, que serían capaces de vender a su madre a cambio de ganar y amasar poder.

La ambición encolerizada no es buena consejera.

Y no es un fenómeno en particular de algún partido político o protagonista de sus filas, de entre sus líderes, sino es una enfermedad común entre la estirpe de este animal social.

En Puebla parece que se vive el mundo al revés.

Existen graves diferencias entre militantes de una fuerza política que podrían incluso frenar las aspiraciones de un determinado personaje y del propio partido.

Algo muy grave, sin duda.

Porque el PAN vive sus peores momentos en la vida política de Puebla; sin embargo, Morena está en las mismas o peor aún porque su guerra ya es sangrienta, por el poder y por la vida política.

Y menciono sólo a estos dos partidos porque el resto, la chiquillada y el PRI, al menos en el estado, ya son sólo un chiste.

El PRI está muerto en vida y hoy por hoy a sus líderes y militantes sólo los mantiene vivos la alianza con el PAN y el PRD, y la supuesta posibilidad de que uno de sus hombres, de mediano pelo porque ni siquiera es un militante o líder destacado que haya hecho algo por Puebla, sea candidato a la presidencia municipal.

Ahora resulta que los panistas prefieren que su abanderado sea no uno de ellos, sino un priista que lo único que ha hecho para que su nombre se conozca en el estado y en la capital es negocio.

Es el caso de José Chedraui Budib, el aspirante favorito de Genoveva Huerta Villegas, dirigente panista en Puebla; de Fernando Manzanilla Prieto, ex funcionario estatal y ex morenovallista, y del club de Toby que se ha formado en torno a estos personajes.

Se entiende su postura, desde luego, porque desde el morenovallismo siempre se odió y se vio a Eduardo Rivera Pérez, el aspirante panista más adelantado, en la actualidad, para la presidencia municipal de Puebla, como un enemigo.

Se dice incluso que el morenovallismo hizo perder a Eduardo Rivera en aquella elección cuando se enfrentó a Claudia Rivera Vivanco, actual edil.

Empero, quién no recuerda que el helicóptero de los morenovalle despegó de la casa de José Chedraui justo el día que se desplomó y murieron.

Una verdadera tragedia para José, por cierto, quien había invertido millones de pesos en la campaña morenovallista y ya no pudo recuperarlos. El pagó, se había pactado con los difuntos, se haría con un cargo en el nuevo gabinete.

Chedraui Budib siempre fue el priista más morenovallista de todo Puebla. Y quién sabe por qué la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) lo exoneró tan pronto, incluso aquí el barbosismo tampoco lo persiguió, a pesar de haber sido un inversionista de las últimas campañas azules.

La semana pasada trascendió que Eduardo Rivera habría sido ungido ya como el candidato del PAN y de su alianza, aunque ayer Genoveva Huerta ya salió a aclarar que aún no hay candidato y, de paso, lanzó a su gallo al ruedo, a José Chedraui.

¿Parece o no el mundo al revés en la política de Puebla?

¿Los panistas pujando por un priista?

Ni siquiera lo hacen por un líder tricolor inteligente, ¿tan jugoso es el negocio?

Por qué el PAN no se inclina por una mujer priista, por una de las más destacadas, allí está Rocío García Olmedo, quien ha sido una funcionaria pública destacada, disciplinada y congruente.

Ups, seguro porque tienen un pequeño detalle, no es amiga de quienes mandan en el PAN poblano.

Si los panistas no se ponen de acuerdo, no aceptan su realidad y sus posibilidades van a perder la elección y, sobre todo, van a perder la gran oportunidad de recuperar la capital del estado.

Ni siquiera existe la garantía de que su gallo más adelantado gane porque Morena tiene al presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, de su lado. Deberían tratar de entenderlo.

Y es muy fácil comparar el trabajo político de José Chedraui y Eduardo Rivera en la competencia por la candidatura al municipio de Puebla.

Sólo hay que echar un vistazo a sus respectivos currículos. O de plano haciendo un ejercicio y preguntándole a la gente a cuál de los dos conoce, a quién identifica y quién considera ha hecho algo por la ciudad.

A continuación, una semblanza de ambos personajes, usted decida quién es el más conveniente para Puebla:

Eduardo Rivera

Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (1995) y Maestro en Gestión Pública por el Centro de Estudios de Gestión, de la Universidad Complutense de Madrid (2007).

Es Diplomado en Entrenamiento Profesional en Ciencia Política e Investigación de la Opinión Pública en George Washington University (2003).

Tiene Estudios sobre Políticas Públicas por parte del Instituto Tecnológico Autónomo de México ITAM (2002)

Actualmente se desempeña como Consultor de la Fundación Universidad de las Américas Puebla y es Co presidente del Consejo Consultivo de la Confederación Nacional de Municipios de México (CONAMM) desde mayo 2015

Catedrático en la Maestría de Gobernanza y Comunicación Política en The Graduate School of Political Management, The George Washington University.  (Otoño 2014, Otoño 2015, Otoño 2016 y Otoño 2017).

Fue coordinador de la campaña del Gobernador electo de Quintana Roo y coordinador de planeación y logística de la transición de gobierno (2016). También fungió como Delegado Especial del CEN del PAN para la campaña en el Estado de México (2017).

Fue Presidente Municipal Constitucional de Puebla de Zaragoza, Puebla. Durante el periodo 2011-2014.

Durante 2013 se desempeñó como presidente de la Confederación Nacional de Municipios de México (CONAMM).

Fue presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC) de 2011 al 2014.

De 2012 al 2014 vicepresidente – secretario de la Junta Directiva de ICLEI México y miembro del Comité Ejecutivo Global ICLEI.

Diputado Federal de la LVIII Legislatura de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y coordinador del Grupo Parlamentario Puebla.

Diputado Local a la LVII Legislatura del H. Congreso del Estado de Puebla.  Y coordinador del Grupo Parlamentario.

José Chedraui

Es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de las Américas Puebla (Udlap).

Es director del Grupo Chedraui Textil. Inversionista en los extintos Lobos BUAP, y actualmente de los Pericos de Puebla.

En 2013, compitió por la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Puebla y la perdió ante Enrique Agüera Ibáñez, exrector de la BUAP.

En 2014, se convirtió en diputado local “plurinominal” en la LIX Legislatura del Congreso del Estado.

Y en 2015, fue dirigente municipal del PRI en la capital, hasta 2017.

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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