Con la novedad de que las próximas campañas electorales a celebrarse en Puebla -de todos los partidos- tendrán como común denominador el escándalo, la corrupción y el abuso del poder.

Así como lo lee.

Me informan mis fuentes, de los distintos partidos políticos, que al menos el 90 por ciento de los institutos y sus próximos candidatos ya preparan sus respectivos expedientes y guerras sucias para tratar de derribar a sus oponentes de un solo golpe.

Los más beneficiados, sin duda, serán aquellos partidos y aspirantes que tengan en su poder el mejor compendio de acciones fuera de la ley perfectamente documentadas, y cometidas, particularmente, por quienes han sido funcionarios públicos y que hoy aspiran a un nuevo cargo.

Es decir, le van a tratar de hacer manita de puerco a sus rivales para tirarlos y quitarlos del camino.

Por lo que será muy interesante analizar qué dependencia concentra más poder en ese sentido, y qué tan importantes pueden ser los documentos y/o sanciones que posee para bloquear las aspiraciones de los distintos competidores.

Me dicen, incluso, que ya algunos medios de comunicación, columnitas y reporteros cuentan con sendos paquetes de documentos los cuales contienen gastos, inversiones, pagos, y dan cuenta de los negocios que muchos políticos, incluidos los “austeros”, están realizando al amparo, y no, de la Cuarta Transformación (4T).

¿Verdad que suena muy interesante?

Y lo más sabroso es que entre esos expedientes hay conversaciones grabadas, chats de WhatsApp, capturas de pantalla, llamadas telefónicas, facturas, comprobantes de pago, contratos, entre otras muchas lindezas.

Vaya que será una elección de escándalo, sobre todo cuando los candidatos que estén jugando su futuro político y económico caigan por toda la cola y la estela de corrupción que los persigue.

Por algo el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta ha reiterado que aquellos que tengan cuentas pendientes con la justicia y con la administración pública, aunque sean abanderados, van a ser detenidos y encarcelados.

Y ya vimos que hoy por hoy nadie se tienta el corazón para derribar a quien está en la mira de la justicia, sea del nivel que sea.

¿Saldrán a la luz nuevas conversaciones como las que derribaron al ex gobernador Mario Marín Torres, quien hoy está en la cárcel por torturar y violentar los derechos de la periodista Lydia Cacho Ribeiro?

Juran y perjuran que las campañas que están por arrancar serán de antología.

Porque hay de todo en la lista de escándalo que amenaza con ventilarse en el ámbito local y nacional.

Los informes que se confiaron a quien esto escribe incluyen a algunos ediles que ya sueñan con la reelección.

Presidentes municipales de la zona conurbada y del interior del estado, de todos colores y sabores, porque no hay un partido político en particular, más bien hay variedad y la lista incluye a hombres y mujeres.

Y pensándolo bien, ¿sería guerra sucia si todo lo que se publique está documentado?

¿Quién será la mano que mece la cuna?

¿Cuántos candidatos caerán?

O ¿cuántos lo dejarán de ser por evitar denuncias, una persecución y la cárcel?

Hay que estar muy atentos y no ignorar los mensajes sicilianos.

La elección intermedia será una guerra sangrienta, sin piedad ni tregua.

Ya veremos quién cae primero.

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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