Los políticos poblanos no entienden. Siguen empeñados en ser y parecer animales aldeanos, de la vieja guardia, de la era del PRI y de los dinosaurios, de la corrupción y de la llamada -por la 4T- “mafia del poder”.

Allí está el caso del ex regidor de Puebla capital Carlos Ibáñez Alcocer, quien reapareció, tras 10 años de permanecer en el cementerio político de Puebla, debido a que nadie le tira un hueso, ni para bien, ni para mal, sólo para escupir al cielo.

Y lo peor, regresa acompañado de su compinche, el mentado “Lord mamila”, Pedro Gutiérrez Varela, un panista insolente, que gusta del alcohol y las “damitas”, quien nunca ha entendido que el respeto a la mujer y a sus derechos, hoy por hoy, son indispensables, nada más para evidenciarse.

Dijera mi querido Juanga, “¿pero qué necesidad?”.

Aunque lo realmente trascendente de la reaparición en la escena política de Carlitos y Pedrito, quienes más bien parecieran emular con sus actos a los protagonistas de aquel programa cómico, mágico y musical denominado “La Carabina de Ambrosio”, Cesar Costa y Beto “el Boticario”, son las ocurrencias de sus titiriteros.

¿Tan abultado será el cheque, la ganancia o negociación de este par de cómicos de la política aldeana cómo para salir de nuevo a hacer el ridículo?

Qué bravos salieron Cesar y el Boticua.

Pena les debería dar acusar o denunciar algo que ya fue revisado, juzgado y archivado, sobre todo cuando el tufo que despiden ambos es completamente fétido y apesta a pura corrupción e inmoralidad.

Eso sí, la metralla que lanzaron en contra Eduardo Rivera Pérez, virtual candidato del PAN al gobierno de la ciudad, tampoco es cosa de juego porque parece revelar que el fuego amigo sigue vivo.

Ya se verá más adelante en qué medida.

El caso es que Carlos Ibáñez tienen una historia de traición, deslealtad y corrupción. Es decir, hoy quiere volver a las andadas y vender espejitos para pescar un nuevo hueso porque ya nadie lo pela.

Carlo Ibáñez, a propósito, formó parte de la planilla de regidores de Eduardo Rivera, no por ser un líder panista, sino por un acuerdo con Humberto, “El tigre” Aguilar Coronado, a quien no dudo en traicionar para arrojarse completo a los brazos del morenovallismo una vez que pudo.

¿A poco cree que ya nadie lo recuerda?

La denuncia presentada por Carlitos, además, corresponde a una cuenta pública ya analizada (2011-2014), ya dictaminada, y que está en el archivo de la historia.

Que ganas de tratar de tomarte el pelo y asustar a los poblanos con el petate del muerto.

Ahora  resulta que Carlitos Ibáñez acusa desvío de recursos, de la nada y después de  más de 10 años, cuando su calidad moral y su reputación siempre han estado en duda por su paso por la Secretaría del Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (SAOT).

Al angelito, en aquellos tiempos, lo expulsaron de la dependencia, junto con su amigo Óscar Jesús Parra Tay, por pedir moches y cañonazos de entre 150 y 300 mil pesos por cada estudio de impacto ambiental que permitiera la colocación de anuncios espectaculares en la ciudad.

La historia de Carlitos no tiene pierde, y está bien documentada.

¿Y acusa corrupción?, por favor.

Insisto, ¿tan gordo fue el cañonazo para saber que volvería a hacer el ridículo?

Un dato más del ex funcionario acusado de corrupción: ni siquiera aparece en el padrón del PAN.

Y qué decir del abogado del diablo Pedro Gutiérrez, apodado “Lord mamila” o el “Lozanito”.

A Pedrito se le puede conocer y reconocer muy fácil, fue el panista que pusieron de patitas en la calle de la dirección del Conalep, por haber protagonizado una supuesta fiesta sexual con alumnas.

El escándalo y el mote de “Lord mamila” fue nacional porque salieron a la luz fotografías en las que se le ve participando en un acto de sexo oral con sus acompañantes.

El entonces gobernador de Puebla, Tony Gali, lo destituyó de inmediato del cargo y lo echó del gobierno por obvias razones, particularmente porque incluso fue calificado como un peligroso depredador sexual.

Ah, que par de angelitos.

Cómo carajo se les ocurre asomar la nariz y darse golpes de pecho a estas alturas, particularmente cuando su pasado los delatan como dos políticos nocivos para la sociedad.

Ojalá que la dirigencia estatal del PAN tome cartas en el asunto y haga algo al respecto, porque estos personajes son algo similar al “gober precioso”, al ex gobernador Mario Marín Torres, ya que los persigue el escándalo, el abuso de poder y la corrupción.

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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