La familia se preparó meses atrás; se juntaron 4 argentinos que partirían desde Buenos Aires para unas increíbles vacaciones en Xcaret “el majestuoso paraíso de México”.

Cancún y la Riviera Maya era el sitio perfecto para vivir una experiencia única; juntaron sus ahorros y Carlos se encargó de hacer las reservaciones. Les esperaba el parque acuático, temático, de diversiones, eco-arqueológico con su ubicación inigualable frente al imponente mar Caribe.

Conforme avanzaban los días se fueron sumando otros, amigos y parientes, hasta llegar a 13.

Ya se veían en la selva maya, entre cenotes y ríos subterráneos; compraron ropa de playa, snorkels, cámaras submarinas y todo aditamento que les permitiera vivir al máximo esto que veían como un acontecimiento único en su vida: más de 50 atracciones naturales y culturales, todas rodeadas de naturaleza.

Luego de las reservaciones en el parque, que incluía estancias en el exclusivo resort cosmopolita, así como alimentos y bebidas ilimitadas (All-Fun inclusive ®), convinieron en que del aeropuerto los recogería el bus de Xcaret para llevarlos a su alojamiento.

A José lo que más le entusiasmaba era disfrutar de la cercanía de jaguares, manatíes, flamencos, monos araña y saraguato, murciélagos, venados y tapires.

Carlos se aseguró que su paquete incluyera todas las atracciones para no perder detalle: Xcaret, Xel-Há, Xplor, Xplor Fuego, Xavage, Xoximilco, y Xenses, además de los tours: Xenotes, Xichén (Chichen Itzá), Cobá, y Tulum, por supuesto los restaurantes y bares de lujo.

María se sintió especialmente atraída por los tratamientos: el masaje exclusivo para dos, el acceso al Roof Top que cuenta con piscina privada, así como una vista única de la Riviera Maya; también estaba emocionada por hacerse tu tratamiento de envoltura corporal por pareja.

Lujo, renovación y diversión era lo que les esperaba a su llegada.

Los días pasaban y mientras ajustaban sus pendientes para poder lanzarse a la aventura, entraban a visitar las páginas referentes al parque, así como los lugares cercanos para aprovechar y realizar recorridos: Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Cobá. Sin duda era el viaje increíble que todos deseaban.

Llegó el día y se reunieron en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza –ubicado a 22 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires–, que por muchos años fue reconocido como la base aérea más grande del mundo por contar con vuelos a los cinco continentes.

Saldrían el miércoles a las 22:20 y llegarían a las 05:20 del jueves en un viaje directo de 9 horas. La emoción que se vive en un aeropuerto los tenía colmados; una especie de nervios, miedo, alegría y expectación.

Llegaron a Cancún y como lo especificaban sus reservaciones, buscaron el bus rotulado de Xcaret; había varios formados, recibiendo a los pasajeros con sus equipajes. Extendieron sus reservaciones y los guías verificaron la numeración.

En ese momento terminó el sueño: no existían tales reservaciones; los argentinos habían invertido todo en su paquete y sólo viajaban con el dinero de los vuelos, porque del resto, se encargaría Xcaret.

La Fiscalía General de la República cuenta con un listado de más de 15 mil agencias o agentes fantasmas que venden paquetes paradisíacos; hay más de 80 mil defraudados por esos pillos que sorprenden a incautos a través de las redes sociales.

Xcaret y cualquier parque de diversiones, así como hoteles y aerolíneas cuentan con sus propias páginas y canales de reserva.

No nos sorprenden las falsas empresas cibernéticas, sino nuestra inocencia o falta de precaución al momento de recibir y responder a ofertas de ensueño.

F/La Máquina de Escribir por Alejandro Elías

@ALEELIASG

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here